Financiación autonómica

Debe asegurar una sanidad, educación, servicios sociales y atención a la dependencia con igualdad y con calidad

El sostenimiento de los servicios públicos que componen el Estado de Bienestar tiene como requisito previo una financiación suficiente. Pero también, una financiación equitativa que permita corregir los factores estructurales que condicionan la desigualdad y las diferencias entre los distintos territorios.

Desgraciadamente en la actualidad el Estado de las Autonomías no tiene un sistema de financiación suficiente y equitativo. Y es por eso que llevamos unos años de serio deterioro de aquellos servicios públicos considerados esenciales por el conjunto de la sociedad ya que, tanto la calidad como la igualdad, son variables que se han deteriorado a ojos de ciudadanos y profesionales expertos.

Es por eso que el debate sobre financiación autonómica vuelve una y otra vez a ser actualidad en las tertulias de los medios de comunicación, en el ámbito parlamentario y en los foros sociales. Puede ser cierto que la crisis económica al disminuir drásticamente el crecimiento de la economía ha dificultado la actualización del sistema de financiación al no disponer de recursos suficientes para hacer que todos crezcan.

Pero el rumbo de la economía ha cambiado y la situación hoy es más favorable a un planteamiento de reforma que permita ganar esos desafíos de suficiencia y equidad. Desafíos que son muy relevantes y que hemos de superar no sólo para el bienestar de la sociedad sino también porque es necesario contribuir al fortalecimiento de la democracia como sistema de bienestar social.

Desde ese punto de vista estoy convencido que tras las próximas elecciones en Cataluña y, una vez que se constituya el nuevo Gobierno de la Generalitat, es urgente que el Gobierno de Rajoy asuma la renovación del sistema de financiación autonómica.

Un sistema que debe asegurar adecuadamente una sanidad, una educación, unos servicios sociales y un sistema de atención a las personas en situación de dependencia que sirvan a los intereses generales con igualdad y con calidad.

Podemos y debemos aspirar a ello porque España tiene recursos potenciales suficientes. Y no debemos resignarnos a no recuperar el deterioro y la desigualdad generados en estos últimos años.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios