Los templos laicos

Una Cuaresma de 365 días

  • La bodeguita Romero & Mejías mantiene una estrecha relación con la Hermandad de San José Obrero

Una Cuaresma de 365 días

El nombre viene por los apellidos de un matrimonio que vive durante los 365 en Semana Santa. Cuando se entra en Romero & Mejías, lo primero que encuentra es una multitud de imágenes, un incensario que no deja de perfumar, una pantalla con momentos cofrades y una vitrina cargada de alimentos de vigilia.

Javier Blanco Romero es el propietario y un auténtico "jartible" de la Semana Santa. Fue integrante de Virgen de los Reyes y de la banda de San Benito y lleva ocho años detrás de la barra de su bar, sita en la calle Arroyo, frente a la iglesia de San José Obrero.

La bodeguita mantiene un estrecho vínculo con la hermandad, tanto es así que en el interior del salón tienen un cuadro pintado por Nuria Barrera que sirve de ejemplo a los padres que quieren vestir a sus hijos de monaguillo en la salia del Sábado de Pasión. Javi, Gloria y su hija son hermanos de la corporación. 

El Sábado de Pasión, el barrio se engalana y en el bar se vive de manera diferente. Es su día grande.

En Romero & Mejías están todo el año pensando en morado: "Cuando termina la Semana Santa nos encontramos en mayo con las cruces, luego la igualá de San José Obrero y vuelta a empezar. Nunca acaba" comenta Javi asegurando que a su mujer, Gloria, "también le gusta el mundo de las cofradías aunque no tanto como a mí".

Una de las mayores satisfacciones que le ha dado el bar es la cantidad de amigos relacionados con el mundo cofradiero que le han aportado "desde pintores, periodistas, capataces y músicos que antes escuchaba hablar de ellos y ahora son amigos".

Durante la Cuaresma se aparcan los chicharrones y asoman por la vitrina las espinacas y el bacalao con tomate, aunque en la bodeguita Romero & Mejía, la Semana Santa, como ellos dicen, no dura siete días. 

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