Un especialista en reproducción asistida repetía siempre que la mujer tiene que intentar completar su proyecto reproductivo antes de los 35 años. Es decir, tener los hijos que quiera en la medida de lo posible antes de esa edad.

Después, la reproducción asistida consigue muchos niños, pero no hace milagros. "Mi recomendación es que si la mujer quiere ser madre, no lo retrase demasiado", manifiesta la bióloga del Centro Gutenberg Carmen Segura. El ginecólogo de la clínica Juan José Sánchez Rosas añade: "Y si la retrasa, que pida consejo a un centro especializado".

Los profesionales -mediante ecografías o pruebas hormonales- podrán determinar su reserva ovárica. Es decir, el número de óvulos que le quedan.

A medida que avanza la edad, la situación se complica. Un embarazo que hasta los treinta y algo puede conseguirse de forma natural en mujeres sanas, pasada esa edad muchas veces requiere de una fecundación in vitro (FIV) con ovocitos propios para lograrse. Pero si transcurren más años y se rozan los 40, ya la FIV necesita en la mayoría de los casos que los óvulos sean donados. Dado que estos son de mujeres jóvenes, tienen más calidad y mayor tasa de embarazo.

La maternidad con óvulos de donante es una opción más para tener hijos. Según los datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), de todos los ciclos que se hacen en España con FIV y ovocitos donados -incluyendo la sanidad pública y la privada-, alrededor del 70% corresponden a mujeres de 40 o más años.

Pero los especialistas advierten que a medida que aumenta la edad de la gestante, se incrementan los riesgos tanto para la madre como para el feto. Sánchez Rosas insiste por ello en dejar taxativamente claro que a ellas el tiempo les juega en contra a la hora de ser madres: "La edad de la mujer es el factor limitante que más condiciona el éxito de los tratamientos de reproducción asistida, no el semen ni el número de óvulos".