El diputado de Izquierda Unida por Málaga, Alberto Garzón, conocido como uno de los integrantes del 15-M, ha manifestado este viernes su sorpresa por la "mala educación reinante" en el Congreso, y ha puesto como ejemplo el debate de investidura de Mariano Rajoy, cuando tras los turnos del PP y del PSOE "todo el mundo se levantó y se fueron a la cafetería". 

Garzón, que con 26 años es el diputado más joven del Congreso, ha hecho estas declaraciones en una entrevista en RNE recogida por Europa Press, en la que ha relatado también cómo cuando él o cualquiera de los diputados de los grupos minoritarios hacen uso de su turno de palabra "el resto de los diputados de los grupos mayoritarios hablan entre ellos". "Hablas a los medios, a la ciudadanía", ha apostillado.

Además de acusar al PP de mostrar "cierta arrogancia", ha constatado que con su mayoría absoluta "puede hacer lo que le venga en gana", pero con "un espíritu más democrático" podría dejar "más espacio". En este punto, ha hecho alusión al reparto de las preguntas en las sesiones de control al Gobierno acordado por PP y PSOE, con diez para cada uno de ellos y una para el resto de los partidos.

A este respecto, ha lamentado que las preguntas "no son vinculantes". "Hacemos una pregunta y nos contestan con evasivas, y se dan por satisfechos", ha explicado para afirmar que "hay muchas deficiencias democráticas".

Según Garzón, los partido no mayoritarios están "relegados a un segundo plano", hasta el punto de que se enteran antes de las cosas por los medios de comunicación que a través de la dinámica parlamentaria, que considera "complicado romper".

Garzón ha manifestado también que no espera "nada bueno" de la reforma laboral que aprobará este mismo día el Consejo de Ministros para la mayoría de la ciudadanía, aunque cree que será "muy buena para las grandes empresas".

Según Garzón, lo que se avanzó sobre la reforma laboral durante la campaña electoral apunta a que "el pilar fundamental es la moderación salarial", a parte de la "descentralización de la negociación laboral", elementos que, a su juicio, "van en contra de lo que sería una salida a la crisis sensata" y "social".

El portavoz del grupo parlamentario de IU en la Comisión de Economía del Congreso ha asegurado que "la moderación salarial lo que hace es agudizar más los problemas que tenemos en nuestra economía, ya que empobrece más a la ciudadanía", por lo que frena el consumo. "Las pequeñas y medianas empresas, que son las que generan la mayor parte del empleo, no venden su producción, y estamos en las mismas", ha agregado.

En cuanto a la descentralización colectiva, ha dicho que "a lo que va a llevar es a que los sindicatos tengan menos peso y, por lo tanto, a que los trabajadores tengan menos capacidad para enfrentarse a los grandes empresarios que les van a imponer condiciones laborales mucho mas duras".

"No espero nada bueno, no espero nada bueno para la mayoría de la ciudadanía", ha dicho Garzón para agregar que "esta reforma laboral probablemente sea muy buena para otra parte de la ciudadanía que es la de las grandes empresas".

No obstante, el diputado de IU por Málaga ha declarado que "habrá que ver la reforma para estudiarla y poder criticarla", pero ha avanzado que, si se basa en la moderación salarial y en el "avance hacia un modelo más regresivo", su partido va a estar "radicalmente en contra" y "con los sindicalistas y la ciudadanía que manifieste su descontento en la calle". 

Por otro lado, Garzón ha lamentado que la "izquierda no ha estado a la altura de las circunstancias" a nivel europeo. "No hemos hecho presión suficiente para que estos poderes tomaran el camino inverso", ha reconocido en alusión al neoliberalismo y a los poderes financieros.

Garzón ha asegurado que "las políticas neoliberales han llevado a la crisis en toda Europa". Además, ha criticado que cuando los planes de ajuste no funcionan, como en Grecia, "piden incrementar más la misma medicina".

Además, cree que la gente tiene miedo porque "se nos invita a pensar en Grecia o en Portugal", países que han tenido que ser rescatados, en vez de en ejemplos como Islandia, que dejó quebrar su sistema financiero en 2008, pero que ahora tiene previsiones de crecimiento, o Estados Unidos, "que está haciendo unas políticas diferentes".

En lo que respecta al 15-M, ha dicho que su impulso fue la frustración pero también "esa esperanza en que las cosas se pueden hacer de otra forma", y ha señalado el carácter heterogéneo del movimiento, por lo que "no había consenso en la causa de esa frustración ni las alternativas". "Ése es un proceso lento", ha apostillado.

A su juicio, "el 15-M ha entendido que tiene limitaciones, que no es la panacea y que necesita colaborar con otros actores políticos que buscan lo mismo, como partidos políticos transformadores, como es Izquierda Unida, o con sindicatos, que están en la misma lucha aunque desde espacios diferentes". "En ese camino si que se está avanzando y se ve mucha menos pugna en entre estos actores", ha añadido.