Eduardo Pastor. presidente de la agrupación de cofradías

"En Andalucía hay más de un millón de cofrades, mal camino es ir contra ellos"

  • Tras medio siglo del mismo recorrido oficial, el próximo año se podrían ver novedades por la obra del Metro y las ganas de cambio de los cofrades. Eso siempre que no se pierda ni un abono.

Con los obreros terminando la rehabilitación de San Julián, sin parar de recibir mensajes en el móvil y con el estrés lógico de la cuenta atrás ya comenzada, Eduardo Pastor hace un breve alto para hablar de su pasión y su mundo, el cofrade.

-¿Se concebiría una Málaga sin Semana Santa?

-No, en absoluto. Ningún pueblo de Andalucía se concebiría sin Semana Santa. A los que quieren convencernos de que esto no es correcto les diría que mal camino llevan. En Andalucía estamos hablando de más de un millón de cofrades y mal va quien está pensando en ir en contra de ellos.

-Partiendo de esa premisa... Estamos en Cuaresma y se trabaja con intensidad de cara a la próxima Semana Santa. ¿Cómo se presenta este año?

-Se presenta con la novedad de dos hermandades nuevas recién agrupadas, Mediadora y Humildad y Paciencia, que participarán en el recorrido oficial y con esa ilusión de ser dos más y seguir creciendo para tener la mejor Semana Santa que podamos tener.

--¿Veracruz de Fusionadas también pasa este año por el recorrido oficial?

-Sí, y ésta es otra novedad importante. Veracruz siempre lo hacía con un Vía Crucis en la madrugada del Jueves Santo pero este año lo hacen como una procesión más dentro del recorrido oficial, detrás de la Esperanza.

-En cuanto acabe la Semana Santa comenzarán las obras del Metro en la Alameda, ¿puede ser éste el último año en el que veamos el recorrido oficial tal y como se conoce hasta ahora?

-Eso es difícil de contestar. Las obras del Metro están dando algunos vaivenes por cuestiones políticas y administrativas, pero nosotros la única reunión que hemos mantenido con ellos ha sido de total comunicación y hemos salido de allí con la tranquilidad de que este nuevo tramo, se empezase cuando se empezase, no iba a afectar para nada los recorridos procesionales.

-¿Entonces habrá o no cambios?

-A los cofrades en general apetece un cambio importante, radical, en toda regla del recorrido oficial. No sé si se llevará a cabo en 2016, en 2017 o en 2018. Lo que sí es cierto es que hemos abierto una vía de debate de si estamos contentos con nuestro recorrido, con la longitud del mismo, con las calles por la que se va, con pedir la venia al final en lugar del principio... El debate hacía falta abrirlo y ha venido bien esta obra del Metro para que cada uno diese su opinión. Es una labor complicada que no vamos a dejar de hacer, pero si tenemos la tranquilidad de que en 2016 la obra no nos va a afectar, podríamos estudiar este cambio tan importante con un poquito más de paciencia.

-¿No afectarían la obra de cara al año que viene?

-Según nos han dicho no, es un tramo de unos 100 metros, desde la entrada de la Alameda hasta la calle Ordóñez, por tanto estamos hablando de pocos metros y entienden que durante un año tendrían tiempo para acometer ese tramo y que las cofradías no tuviesen problemas.

--¿Qué propuestas conoce y qué opina?

-Algunos lo han denominado Proyecto Centenario y lo hemos escuchado con entusiasmo e ilusión. Nos parece interesante pero complicado y tenemos que poner sobre la mesa todo los pros y los contras de un cambio tan importante. Llevamos más de 50 años con este recorrido y si tenemos la oportunidad de encontrarnos con ese entorno de la Catedral, que va a quedar maravilloso tras la obra, o con las calles Cisneros y Especería por qué no abrir ese debate. Me gusta el cambio.

--El recorrido que se plantea es Cisneros, Espercería, Constitución, Larios hacia el mar, Martínez-Puerta del Mar, media Alameda, Marina y Molina Lario.

-Sí. Lo más importante es que las sillas que hubiera que quitar de la Alameda pudieran entrar en el nuevo recorrido oficial, en la Plaza de la Marina o en la zona de Molina Lario. Para nosotros es primordial. No vamos a hacer ningún cambio, ni siquiera obligado, si no nos aseguran que todos los abonados que tenemos en silla y tribuna van a poder tener su sitio.

-¿Cuántos abonados hay?

-Alrededor de los 21.000. Tampoco es pretensión de esta agrupación, a día de hoy, crear abonos por crearlos, no nos hemos planteado cambiar el recorrido con el fin de tener más abonos sino cambiarlo porque nos guste más un nuevo planteamiento. Si sale algún abono más será bien recibido pero no es cambiar el recorrido oficial con un fin puramente mercantilista, eso no está en la cabeza de este presidente ni de la actual Junta de Gobierno.

-¿Todavía se frena la entrada de la mujer en ciertos puestos de la Semana Santa?

-A mí me gustan que se abran los debates para buscar soluciones y está abierto ese debate de la mujer en los tronos. En algunas cofradías está totalmente normalizado, en otras las mujeres no lo piden y en otras, lo piden, y hasta la Semana Santa del año pasado no vieron la posibilidad de poder salir. Mi opinión particular es que las mujeres deberían de entrar en los tronos, de hecho, en la Hermandad de la Sentencia salen mujeres en los dos tronos, pero es una decisión de la propia cofradía. Cada una tiene sus estatutos, sus órganos de gobierno y deben de ser ellos los que decidan. Estoy seguro que en unos este debate se cerrará porque lo veremos como algo normal.

-¿Pesan demasiado los asuntos privados en los cargos de las cofradías?

-Es muy complicado de responder. Pasar la línea de la vida privada no se debe hacer y si se hace, se hace mal y se suele complicar. Somos parte de la Iglesia y sabemos lo que debemos hacer. Estos casos siempre han pasado, pero ahora todo es más mediático, con las redes sociales, nos metemos todos en la vida de todos y nos hacen traspasar esa línea. Lo que sí tenemos que respetar, compartamos más o menos, son las decisiones que tome nuestra Diócesis de Málaga, a quien nos debemos. Lo que sí es cierto es que hay que saber irse y pasar a estar en otro plano.

-Hay elecciones a la presidencia de la Agrupación en junio, ¿se va a presentar?

-Eso no se sabe. Ahora, mi ocupación y preocupación tiene que estar en la Semana Santa de 2015. No es fácil preparar una Semana Santa y si me preocupara por el tema electoral estaría cayendo en una irresponsabilidad. Cuando termine el Domingo de Resurrección, en esas tantísimas horas que paso en la Tribuna, me habrá dado tiempo a reflexionar, a analizar estos tres años, a ver lo que podemos afrontar en el futuro y nada más que pase el Domingo de Resurrección diré lo que he decidido. No me preocupa el tema electoral en absoluto, me preocupa que tengamos una grandísima Semana Santa.

-Ahora que se acercan otras elecciones, ¿se ha visto alguna vez en ámbitos de la política?

-En absoluto, para nada me lo he planteado. Tengo una magnífica relación con los políticos de esta ciudad, tengo grandísimos amigos tanto en el PP como en el PSOE pero nunca he tenido ningún tipo de aspiración política. Entre otras cosas porque soy un apasionado del mundo cofrade y entiendo que mi puesto está aquí y en mi cofradía. Sería una falta de responsabilidad abandonar el puesto para el que fui elegido en 2012 para ir a algo que no tengo ni idea de como funciona.

-La Semana Santa es otro de los atractivos turístico de la ciudad. ¿Se podría desestacionalizar de alguna manera?

-A pesar de que a todos nos encanta una procesión extraordinaria, estar en la calle, los traslados, nuestros rosarios y Via Crucis, somos conscientes de que no podemos estar todo el año invadiendo la ciudad y cada vez lo sopesamos más. Sabemos que el efecto que tenemos de cara al turismo es importantísimo. Pero realmente para los cofrades nuestra misión es salir a la calle a hacer una estación de penitencia, salimos a rezar, a nuestra manera, y todo lo que se mueva paralelamente bienvenido sea, pero no es nuestro fin que venga más gente a la ciudad y se genere más dinero.

-Se ha hablado de salidas extraordinarias, de traslados que se convierten en procesión... ¿todo sigue igual, se ha marcado algunas directrices desde el Obispado?

-No. Nos pidieron sugerencias, consejos, pero no tenemos esas conclusiones. Lo que sí es cierto es que cada vez se miden más las salidas extraordinarias por parte del Obispado, se intenta que en muchas ocasiones se queden en sus propios barrios, que no se salga en el trono de procesión, para darle un poco un carácter más privado dentro del marco de la cofradía.

-¿Es usted partidario de reducir estas salidas?

-Yo siempre he dicho que una salida extraordinaria no tiene por qué venir a la calle Larios. Se pueden hacer magníficas salidas en tronos que no sean de procesión y por los barrios de las cofradías. Se hizo con el Cautivo y se va a hacer con la Expiración ahora en junio. Es cuestión de poner sentido común y saber por qué salimos a la calle, qué conmemoramos, qué importancia tiene, y que la salida no vaya sola, sino acompañada de otros actos.

-Hay personas que critican que las cofradías tengan tanto patrimonio cuando hay tantas necesidades...

-Al engrandecer nuestro patrimonio colaboramos con la creación de puestos de trabajo y, al mismo tiempo, hacemos más grande la Semana Santa y más personas vienen a verla, lo que genera más riqueza para la ciudad. Hoy en día los cofrades estamos sensibilizados con que la ayuda a los demás es el principal fin de cualquier cofradía. Los estrenos patrimoniales de los últimos años son escasos y, en muchos casos, sufragadas por los propios hermanos. De las arcas de la cofradía es difícil que salga la construcción de un trono, un palio o un manto. Son esfuerzos que se hacen durante muchos años por hermanos anónimos pero que van poniendo un granito de arena para tener algo nuevo o restaurado. No me gusta que nadie crea que somos peores porque hagamos un manto porque al mismo tiempo estamos haciendo obras de caridad y dando trabajo.

-¿Cómo ve el futuro del Museo de las Cofradías?

-Apostamos por tener una o dos exposiciones temporales importantes, pero eso conlleva un fuerte desembolso económico y no paramos de intentar pedir a empresas privadas e instituciones que nos echen una mano para poner en valor este museo.

-Este sería uno más de los tantos que se han puesto o se están poniendo en marcha en la ciudad, ¿cómo ve esta proliferación de museos?

-Pues veo que cada vez tenemos una oferta cultural mayor y esto tiene que servir para que Málaga se ponga en primera línea y consigamos atraer a un turista de un corte más cultural que, evidentemente, es un perfil que gasta más dinero. Pero ojalá en ese panorama podamos encontrar una empresa pública o privada que quiera poner en valor este museo cofrade con el patrimonio que atesoramos.

-¿Hacia dónde considera que tiene que ir el crecimiento de la ciudad?

-La Málaga de hace 30 años y la de hoy en día no tienen nada que ver, con el puerto integrado en la ciudad, el AVE hasta el centro, con la red viaria que se creó, la autopista... ya está cerca de estar entre las cuatro o cinco primeras ciudades de España. Tenemos que seguir sumando todos, incluidos los cofrades.

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