Málaga

Andalucía a través del flamenco

  • Las provincias de la región ofrecen distintas rutas y espectáculos para descubrir los orígenes y el legado de este arte En Sevilla se dan todos los ingredientes que forman las raíces de todas sus facetas: cante, toque y baile

Conocer el flamenco a través de Andalucía, o conocer Andalucía a través del flamenco. Para conocer de primera mano este arte no hay nada mejor que viajar por los caminos que conducen hasta sus raíces. Los itinerarios de las 'Rutas por los Territorios Flamencos' recorren Andalucía y permiten al turista revivir en sólo unos días una muestra de este gran tesoro cultural. El flamenco tal y como lo conocemos hoy en día data del siglo XVIII, y tiene como base la música y la danza andaluza. Está considerado actualmente como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y Patrimonio Cultural Inmaterial Etnológico Andaluz.

Febrero llena los rincones de la región andaluza de todas las facetas del flamenco: cante, toque y baile. Cualquier repaso histórico por el desarrollo del flamenco en Sevilla debe empezar forzosamente en el barrio de Triana. Es aquí donde se dan de una manera concretísima todos los ingredientes que forman el flamenco y lo han formado siempre. Por un lado, la persecución, el hambre, la miseria; por otro, la alegría, el encuentro de culturas y el cruce de formas expresivas distintas en determinados momentos. Del Barrio de Triana y de otras localidades sevillanas como Utrera y Lebrija arranca 'La Ruta del compás de tres por cuatro. Los cantes básicos', que de nuevo nos llevan a Cádiz y que tiene en Jerez de la Frontera su punto neurálgico.

Manuel Machado no se equivocó en su definición de "Málaga, cantaora". Según algunos estudiosos del tema, las localidades de Málaga han sido de los lugares más prolíferos en referencia al arte flamenco. Son muchos los flamencos malagueños que vienen a la memoria, pero si duda es Juan Breva quien representa como nadie el triunfo del arte flamenco de la provincia. Además, tras las huellas de Antonio Chacón parte el segundo recorrido que lleva por nombre la creación y que transcurre entre Málaga, la vega granadina y los barrios flamencos de Granada.

Es en esta última provincia donde, históricamente, se pudo producir el nacimiento del flamenco: los gitanos llegaron a Andalucía en 1462 y convivieron en barrios humildes como el Radadasif o el Sacromonte. En Granada antes de 1882, cuando arranca la flamencología, se cantaban soleares, seguiriyas gitanas, polos y cañas, tonás y livianas o peteneras. Con posterioridad y con base en este legado, se fueron conformando los estilos que hoy día reconocemos como más granadinos como los fandangos de Albaicín.

Jaén aporta también a esta manifestación musical y cultural su granito de arena. En este mar de olivos que es la provincia el flamenco también tiene su arraigo ya que sirvió de puerta para que los gitanos entraran en Andalucía a través de Despeñaperros en el siglo XV. Desde las primeras civilizaciones aparece la minería y la agricultura entre sus actividades más importantes, hechos que posteriormente se reflejarán sus cantes: La Taranta y los Cantes de Laboreo.

La historia del flamenco en Huelva viene caracterizada por el fandango de la capital y de su provincia, muy diversa y amplia. El flamenco en Huelva arranca a través de los fandangos locales más bien bailables. Un recorrido por Huelva y sus fandangos, y 'La Ruta minera', entre Almería y Jaén, complementan estas propuestas de rutas flamencas. De hecho, en Almería el flamenco ha tenido siempre unas características especiales por su situación geográfica. De ahí que tenga palos flamencos bastante diferenciados con otras provincias andaluzas, como los fandangos de Almería, la taranta, la petenera de Almería, las cartageneras, o las mineras.

El flamenco en Córdoba tiene una referencia fundamental, cuando el cantaor sevillano de Triana Ramón El Ollero llegó a la provincia con su soleá. Aquí se puede decir que estuvieron las primeras raíces del cante cordobés. Después vendrían las peñas flamencas. Córdoba ha sido, junto a Sevilla, Cádiz y Jerez, una de las grandes aportadaras de artistas al arte jondo. La Ruta de Cayetano, en honor al Niño de Cabra, transcurre por la sierra cordobesa con obligada visita a la ciudad de Córdoba.

La historia del flamenco en Cádiz es hablar de la capital y de la provincia, que han aportado al flamenco palos como las alegrías de Cádiz, bulerías de Jerez, petenera de Paterna de Rivera, los tangos o los tientos; donde mucho tiene que decir la ciudad de Jerez de la Frontera, actual cuna del cante flamenco, la ciudad que más artistas aporta al arte jondo por metro cuadrado. La Ruta de la Bajañí se extiende por la costa gaditana y llega hasta Morón de la Frontera, descubriéndonos a su paso dos grandes genios, Paco de Lucía y Camarón de la Isla.

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