Málaga

Archivan la denuncia contra los bomberos que no fueron a trabajar en su día libre

  • El juez instructor, al igual que la Fiscalía, no ve indicios de delito; no estaban de servicio y no existe ningún protocolo de actuación

Uno los incendios por los que se llamó a bomberos fuera de servicio.

Uno los incendios por los que se llamó a bomberos fuera de servicio.

El juez instructor y la Fiscalía de Málaga no encuentran indicios de delito penal en el hecho de que más de medio centenar de bomberos, sin estar de servicio, no acudieron a trabajar al ser llamados ante varias emergencias que se sucedieron casi a la vez en la capital el 27 de junio de 2017. Estaban "fuera de servicio y sin ninguna obligación específica", estiman tanto el ministerio público como el magistrado, que ha archivado la denuncia presentada por el Ayuntamiento de Málaga por los presuntos delitos de abandono de servicio público, desobediencia y denegación de auxilio.

El auto del Juzgado de Instrucción número 7 de Málaga recoge que con las llamadas para que se incorporaran a sus puestos "no se daban órdenes, en todo caso se les pregunta si podían ir y en caso contrario se llamaría a otro". Porque no existe un decreto de servicios mínimos establecidos por el Ayuntamiento, que establezca "los criterios necesarios para los posibles llamamientos al personal fuera de servicio. No existe protocolo alguno, ni en cuanto en la forma de localizar al personal y entrar en contacto con él, ni en cuanto a la obligatoriedad de la disponibilidad", dicta el instructor de la causa en el sobreseimiento libre de las actuaciones. Pronunciamiento contra el que cabe interponer recurso en el plazo de tres a cinco días. La Fiscalía, por su parte, lo resume de una forma muy visual: "No se ha acreditado que su disponibilidad sea de 365 días al año".

La relación entre el Ayuntamiento y los bomberos ya era tensa desde que se inició la huelga indefinida el 17 de marzo del año pasado, pero todo se recrudeció cuando el 27 de junio se produjeron cinco incendios a la vez en la capital, motivados por el viento de terral. Ocurrieron casi de forma simultánea entre las 18:15 y las 19:00 en distintas barriadas y, aunque no hubo que lamentar heridos, sí se tuvieron que movilizar todas las dotaciones que estaban operativas. Esos incendios tuvieron lugar en La Corta o Los Asperones y el de mayor gravedad fue uno que tuvo lugar en las cercanías del Asilo de los Ángeles, hasta el punto de que hubo que reubicar a los residentes.

Los incendios se sortearon, pero la llamarada, en este caso política, duró semanas. El 14 de julio, apenas dos semanas después, el comité de huelga de bomberos denunció al concejal de Seguridad, Mario Cortés, por supuestas "injurias y calumnias" al entender que el edil había acusado al comité de "promover entre la plantilla conductas contrarias a derecho con la intención de producir daño o, al menos, una situación de riesgo para los ciudadanos". En este sentido, destacaron las críticas del concejal por no responder, supuestamente, a las llamadas para atender las emergencias en la ola de incendios. Cortés aseguró que no había acusado al comité "de nada" y que simplemente informó a la Fiscalía "de unos hechos para determinar si son constitutivos de delito".

El 17 de septiembre ardió una planta de reciclaje en la capital y el conflicto con los bomberos volvió a crecer. Cortés dijo que había bomberos "que siguen manteniendo una actitud irresponsable anteponiendo sus reivindicaciones salariales a la seguridad de los malagueños" y les acusó de nuevo de negarse a cubrir emergencias.

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