urbanismo

Arquitectura al servicio de la innovación docente

  • Proyecto de reforma para convertir la Escuela de Arquitectura en un "gran escenario público"

Recreación de la actuación contemplada en la Escuela de Arquitectura.

Recreación de la actuación contemplada en la Escuela de Arquitectura.

La Escuela de Arquitectura de la Universidad de Málaga quiere hacer honor a una de las esencias que debe perseguir en su funcionamiento: experimentar con el espacio y apostar por la innovación. Dos objetivos que, ahora, pretende plasmar de manera directa no sobre un edificio externo y ajeno al ámbito docente, sino sobre su propio espacio de funcionamiento. Para ello, la Universidad de Málaga acaba de licitar por algo más de 711.600 euros, con un plazo inicial de siete meses, los trabajos de redistribución de la planta baja y del sótano del edificio que alberga a los estudiantes de este centro, localizado en el Campus de El Ejido.

La operación de transformación a la que se quiere someter a las instalaciones no es baladí. Y toma como punto de partida la idea ganadora del concurso de arquitectura para profesores y estudiantes que fue convocado por la propia institución académica, fallado hace ahora justo un año. La misma fue elaborada por el arquitecto y profesor de la Escuela de Arquitectura, Ferrán Ventura Blanch, con la colaboración de los estudiantes de arquitectura: Blanca Bosch Luque, Ana Cervantes Jurado, Nerea Salas Martín y Antonio Valdivia Rueda, como parte de su aprendizaje en Arquitectura.

La actuación, confirme a lo recogido en el pliego de condiciones técnicas que rige el procedimiento de contratación, supondrá la reconfiguración del edificio con el fin de dotarlo de "un nuevo carácter en su planta baja y sótano, buscando una serie de espacios destinados a la innovación docente". El primer objetivo marcado por el equipo redactor es conectar las plantas para convertirlas en un único espacio. "Un espacio de relación y comunicación entre plantas que permite al habitante de la escuela tener a su disposición una serie de espacios didácticos categorizados; una atmósfera de innovación docente habilitada para el desarrollo de actividades que trascienden al día a día del aula" se detalla.

Para ello, "se perfora, se introduce luz natural, para convertir a la escuela en un gran escenario público para el desarrollo y exposición de actividades; un espacio que ofrezca posibilidades y que no limite, se trata de abrir posibilidades docentes". El programa de intervención obligará a "desnudar" físicamente el inmueble, eliminando "todo aquel elemento superfluo que camufle la arquitectura". "Lo primero es limpiar, dejar solo aquello que es necesario quedándonos con el espacio", dice el pliego, lo que supondrá la demolición de la planta sótano como "parte fundamental del proyecto". Ello con el fin de dejar vistos aquellos elementos arquitectónicos que sirvan posteriormente a la docencia. La finalidad es usar el propio edificio "para explicar el proceso constructivo".

A este primer paso le sigue la necesidad de "perforar para incorporar el máximo de iluminación natural; introducir oxígeno; pensar espacialmente la docencia en m3". Para ello, se abrirá un gran hueco que permita conectar las dos plantas con el que va a ser el elemento central de la propuesta, un gran graderío. Al tiempo, se abrirán al máximo los ventanales laterales del edificio que aporten iluminación y ventilación a la planta sótano. Otro de los retos planteados es el de conectar con el patio existente e incorporarlo con el instituto, para lo que se quiere habilitar la puerta actual del antiguo montacargas, ampliándola y convirtiéndola en un acceso de comunicación entre el patio y la planta inferior.

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