Las policías locales se han convertido en este momento en el principal cuerpo policial de la provincia. Superan en efectivos a la Policía Nacional y a la Guardia Civil. Setenta y cuatro de los 100 municipios de la provincia disponen de su propia policía, con una cifra global de efectivos que alcanza los 2.644 agentes. Se trata, además, de plantillas jóvenes, frente al paulatino envejecimiento de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Estos 2.644 agentes superan con creces los 2.000 guardias que la Asociación Unificada de la Guardia Civil calcula que hay en Málaga y en 140 personas a los 2.504 policías nacionales desplegados en la provincia, según datos de la Subdelegación del Gobierno.

El importante crecimiento de las policías locales tiene una explicación simple: la creciente presión social existente sobre todo aquello que tiene que ver con la seguridad ciudadana y la vulnerabilidad de los alcaldes a estas demandas.

Esta circunstancia tiene cabal reflejo en la evolución que ha experimentado la Policía Local en la capital malagueña en una década: hace diez años la plantilla la componían poco más de 400 agentes. Ahora son 982 y el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre (PP), ya ha anunciado que antes de 2011 se crearán cien nuevas plazas.

El panorama es tal que las policías locales, nacidas para velar por el cumplimiento de las normas municipales, han acabado asumiendo una importante tarea en la seguridad ciudadana de los municipios, aún cuando la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad únicamente las cataloga de "colaboradoras" en esta materia de las fuerzas de seguridad del Estado, o sea de la Policía Nacional o la Guardia Civil.

Este papel secundario en seguridad ciudadana no ha sido obstáculo, por ejemplo, para que el año pasado tan sólo en la capital malagueña los agentes de la Policía Local practicaran 1.926 detenciones. Las restricciones en las tareas que impone la Ley se han ido sorteando mediante acuerdos puntuales del Ministerio de Interior y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). De esta forma se derivaron primero competencias en violencia de género. Otro ejemplo: La Policía Local realizó el año pasado en la capital 261 detenciones relacionadas con agresiones machistas.

De la misma manera se ha autorizado a que instruyan delitos menores, una tarea que tradicionalmente era exclusiva de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

Sin embargo, la personalidad de este cuerpo policial sin mando único, dependiente en el caso de Málaga de 70 ayuntamientos con capacidades financieras dispares, políticas y prioridades diversas y circunstancias sociales diferentes provoca enormes desequilibrios. Unas veces se trata de simples desigualdades económicas. Pero otras se refieren a la capacidad y a la preparación de los agentes.

Francisco Corpas, de la Unión de Policía Local y Bomberos (UPLB) reconoce ciertos déficit en formación: "Nuestra formación está reglada y es la misma para todos. Pero también es cierto que los delitos han cambiado, la peligrosidad de los delincuentes ha aumentado y no todas las plantillas policiales tienen las mismas oportunidades para estar preparadas. Posiblemente si eres policía en un municipio grande o una capital tienes muchas ocasiones para encontrarte con un determinado hecho o delito. Sin embargo, en los pueblos pequeños esta experiencia es mucho menor. Es más habitual tener que afrontar situaciones nuevas", advierte.

Incidentes como el ocurrido semanas atrás en Rincón de la Victoria cuando un agente disparó y ocasionó la muerte a un sospechoso de malos tratos, condenado firme por homicidio, armado con una pistola con silenciador cree Corpas que no van a ser una excepción.

En este sentido, echa en falta que se determinen y homologuen técnicas de intervención policial adecuadas a las nuevas tipologías delictivas". "No podemos esperar a incorporar estos cambios en nuestra formación hasta que haya agentes muertos".

La situación entiende que es más perentoria en aquellos municipios que han crecido mucho en poco tiempo, no cuentan con un gran despliegue de la Guardia Civil y la plantilla de la Policía Local prácticamente es testimonial.

Por ejemplo, Ardales, con 2.595 vecinos, según el último padrón dispone únicamente de dos policías locales, de acuerdo con los datos oficiales de la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía. "Son decenas los municipios que tienen plantillas de entre uno y cinco agentes. No es razonable plantearse con estos medios cualquier aspiración en seguridad ciudadana", aclara Corpas.

En concreto , 47 de los 74 pueblos de Málaga que cuentan con Policía Local disponen de menos de cinco agentes.

A esta circunstancia, se suma la desigual distribución de efectivos en otros municipios medianos que han registrado un crecimiento de población rápido en los últimos años. Así, por ejemplo, Coín, con 20.870 vecinos empadronados dispone de 32 agentes de Policía Local, mientras que Nerja, con 75 residentes menos tiene 48 policías, o sea un 50 por ciento más. Mientras, Alhaurín el Grande, con 21.776 empadronados, dispone únicamente de 16 agentes. Es decir, aún cuando es más populoso que Nerja y Coín, tiene una plantilla policial entre un 70 y un 50 por ciento más pequeña.

Estas mismas desproporciones aparecen también en Alhaurín de la Torre que con 31.884 residentes cuenta con 20 policías locales cuando, por ejemplo, Rincón de la Victoria con sólo 3.800 vecinos más, dispone de 56 efectivos. Mientras tanto Ronda, que tiene 36.122 empadronados tiene 65 policías locales.

Las diferencias se reproducen en la misma medida en los municipios de mayor dimensión. Por ejemplo, en la banda de municipios con entre 50.000 y 70.000 habitantes (Estepona, Fuengirola, Mijas, Benalmádena, Torremolinos y Vélez) es Vélez el que tiene menos policías (95) a pesar de ser el que dispone de más vecinos empadronados (69.604). En sentido contrario, el mayor despliegue de policías locales lo ha realizado el Ayuntamiento de Mijas que con 64.228 habitantes dispone de una plantilla conformada por 147 agentes.