Málaga

Benalmádena hace juego

  • El Casino de Torrequebrada acoge el Campeonato Nacional de Crupieres para elegir al representante español que intentará convertirse en el mejor de Europa · La profesionalidad y el don de gentes, claves

Al grito de "¡no va más!" comienza a rodar la ruleta y la suerte está echada. Sólo queda esperar el resultado de la caprichosa bola. La mesa está llena de fichas, aunque en esta ocasión, los clientes están más pendientes del trabajo del crupier que del número que resulte ganador. Se trata de la segunda edición del Campeonato Nacional de Crupieres, que ayer comenzó a celebrarse en el Casino Torrequebrada de Benalmádena.

Durante el encuentro, auspiciado por la Asociación Española de Casinos de Juego (AECJ), los crupieres medirán sus dotes técnicas -como el manejo de fichas y apuestas o el posicionamiento de stacks-, de tipo comunicativo, la discreción o la exactitud en la información que se suministra y el control del juego.

Durante las pruebas, que comenzaron ayer, se realizarán partidas simuladas donde los jueces ejercerán de jugadores y tomarán en consideración las habilidades comunicativas y técnicas de los participantes, así como la amabilidad y el control del juego, apartado en el que se valora el cumplimiento de las reglas, organización, exactitud del cálculo de los premios o la protección que se hace en todo momento de la banca.

La malagueña Pilar Romero defenderá el título logrado el año pasado. A pesar de llevar casi 24 años trabajando en el casino benalmadense, estaba un poco nerviosa antes del campeonato. "Lo más importante de un crupier es la relación con el jugador y la profesionalidad", apuntaba Romero, que argumentó que trabajan con dinero, no "vendiendo patatas", por lo que tienen que mantener siempre la cabeza bien fría.

Muchos han sido los momentos que ha vivido esta crupier a lo largo de su trayectoria. Recordaba, entre bromas y nervios, que el martes, un cliente vaticinaba que perdería su título si esa noche no ganaba dinero.

Las supersticiones es otro de los factores con los que deben bregar a diario estos árbitros del azar. Pilar Romero recuerda, entre risas, que un cliente colocaba un pequeño ratón de juguete encima de las fichas y que otro acudía siempre con la misma ropa con la que había ganado en una ocasión.

Los nervios de los clientes son un factor a tener en cuenta. Julen Perea, del Gran Casino Nervión de Bilbao, rememora cómo en una ocasión uno de los clientes estaba empeñado en lanzar la bola a la ruleta. Comenta, por ello, que la amabilidad, el don de gentes y ante todo, mantener siempre la cabeza fría son claves para ser un buen crupier, ya que se deben tomar muchas decisiones en un espacio muy corto de tiempo. Entre sus anécdotas recuerda el día que un cliente, fruto de su excitación, olvidó su dentadura postiza debajo de una de las mesas.

En total son nueve los centros de azar que participan en la competición organizada en la Costa del Sol: Gran Casino Cartagena (Murcia); Casino Tamarindos (Gran Canaria); Casino de Santa Cruz (Tenerife); Casino Castilla-León (Valladolid); Casino Gran Madrid (Torrelodones); Gran Casino Nervión (Bilbao); Casino Marbella; y Gran Casino Aljarafe (Sevilla), además del establecimiento que actúa como anfitrión, el Casino Torrequebrada.

El primer día de competición, los candidatos ponen a prueba sus habilidades de crupier en los juegos de ruleta americana y black jack. Son un total de 17 aspirantes los que lucharán por representar al país en el próximo campeonato de Europa que se celebrará en el casino de Venecia el próximo mes de abril y allí soñarán con llegar a la Global Gaming Expo, que se celebrará en Las Vegas en el mes de noviembre.

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