Málaga

Bendodo tiende la mano a la oposición "en una nueva etapa de diálogo, negociación y consensos"

  • Es reelegido como presidente de la Diputación con 17 votos gracias al acuerdo con Ciudadanos. Considera una obligación que Málaga sea líder del crecimiento económico en Andalucía

El presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, que ha sido reelegido este lunes en el cargo, ha asumido como una obligación, y no sólo una aspiración, que Málaga sea líder del crecimiento económico, del desarrollo y progreso de Andalucía; una provincia que ha de "tirar del carro y hacerlo con especial fuerza" para que la región "no se queda atrás en la recuperación".

En su primer discurso tras ser reelegido, con los 15 votos del PP y los dos de Ciudadanos tras el acuerdo de investidura, Bendodo ha tendido la mano a la oposición en una nueva etapa de diálogo, negociación y "la construcción de acuerdos y consensos".

En un pleno de constitución, respaldado por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el presidente del PP-A, Juanma Moreno; el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, entre otros, ha sostenido que gobernar "es pactar", con la gente, con los alcaldes, con los gobiernos nacional y regional, con los trabajadores de la institución y con los partidos con representación: PSOE, Ciudadanos, IU-Para la Gente y Málaga Ahora.

"Habrá propuestas que sean mejores que las nuestras y las incorporaremos", ha recalcado, añadiendo que "ninguna idea será rechazada sólo porque venga de la oposición porque en muchas cuestiones son mejores que nosotros". Bendodo ha afirmado que se ha impuesto "el reto y la obligación de gobernar para todos y con todos", comprometiéndose a que la diversidad de partidos "no sea un inconveniente para la estabilidad".

Ha manifestado que hay que pactar con el Gobierno central y la Junta porque "juntos somos más fuertes". En el primer caso, representado por la vicepresidenta, Bendodo ha sostenido que ha sido "el mejor aliado de esta tierra"; mientras que al Ejecutivo andaluz le ha mostrado su "firme voluntad" de ampliar la colaboración "al margen de siglas y colores políticos".

Bendodo ha apelado al "espíritu del Caminito del Rey", que ha permitido recuperar este paraje, y que ha estado presente también en la Gran Senda, la Senda Litoral, las inversiones productivas o el plan de cooperación. "El consenso y la cooperación deben ser la norma y no la excepción", ha apostillado.

Ha defendido la gestión del PP en el mandato anterior y ha añadido que será la Diputación de más presupuesto y una de las de mayor tamaño gobernada por su partido, lo que "nos confiere especial visibilidad y responsabilidad", según el presidente, quien ha recordado que han pasado de 300 millones de euros de deuda en 2011 a 300 millones en inversiones. "Una institución -ha continuado- que era un lastre y ahora es un instrumento útil".

Al reto de salir de la crisis se une en este mandato el de "consolidar el trabajo realizado y situar a Málaga como líder de la sociedad presente y futura".

Se ha comprometido a que entre todos se resuelvan los problemas de agua en toda la Costa del Sol; impulsar la declaración de los Dólmenes de Antequera como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, algo que también ha recalcado la vicepresidenta del Gobierno; a colaborar en la declaración de la Sierra de las Nieves como Parque Nacional además de en la solución para el río Guadalmedina, "que sigue siendo una herida abierta y en cuyo arreglo deben implicarse todas las administraciones".

Compromisos

Bendodo ha destacado el "cambio continuo" en la Diputación y ha incidido en el acuerdo de investidura con Ciudadanos de reducir el personal eventual y bajar el sueldo de directivos, fusionar áreas, entes y fundaciones y lograr deuda cero. En su opinión, hay que seguir avanzando en transparencia, administración electrónica y fomento del trabajo.

La creación de empleo es el objetivo "más importante de todos", ha dicho el presidente de la Diputación, con planes de empleo anuales, atracción de empresas y capital, más prácticas y becas en colaboración con la Universidad y una apuesta por la industria agroalimentaria.

La mejora de la calidad de vida de los que más necesidades tienen, la conectividad a Internet de alta velocidad, proyectos sociales, una Málaga bilingüe y actuaciones en turismo, cultura, medioambiente y sostenibilidad son otras de las prioridades de esta nueva etapa en la que "voy a gobernar escuchando y con actitud de diálogo permanente".

Oposición

El portavoz del PSOE, Francisco Conejo, ha apelado al diálogo en esta "nueva situación política" en la institución, en la que "se dice adiós al rodillo". Ha recalcado que el acuerdo PP-C's "no es ajeno" al programa de los socialistas y ha hecho un guiño a la formación naranja, "que ha cumplido su compromiso de apoyar las propuestas de otros grupos que son buenas para Málaga".

"Seremos más alternativa de gobierno que oposición fiscalizadora", ha asegurado, y ha añadido que las prioridades de los socialistas serán empleo, igualdad, regeneración y modernización de la institución. Y es que, para Conejo, "si no se cambia la Diputación y no es referente del nuevo tiempo y no es útil a la ciudadanía, certificará su final".

Tras rechazar la discrecionalidad, la eliminación de municipios o el "desmontaje" del estado de Bienestar, ha defendido puntos de su programa como un Consejo de Alcaldes, fomentar el turismo de los propios malagueños en la provincia, la reactivación de la construcción, el apoyo a la agroindustria, el blindaje de políticas sociales y más partidas de emergencia.

El portavoz de Ciudadanos, Gonzalo Sichar, ha explicado por su parte que si en las conversaciones con el PP "no hubiéramos observado voluntad de cambio, no habríamos alcanzado ningún acuerdo". "Apoyamos la investidura, pero no damos un cheque en blanco para todo el mandato", ha apuntado.

"Concebimos este acuerdo como el inicio de una nueva política de servicio al malagueño, basada en la transparencia y en la eliminación del despilfarro", ha incidido, esperando que los plenos sean "realmente un parlamento donde dialoguemos".

El portavoz de IU-Málaga Para la Gente, Guzmán Ahumada, ha enumerado una decena de puntos que han de ir encaminados a lo que la ciudadanía "está pidiendo: pan, trabajo, techo y dignidad". Para ello, ha apostado por una Oficina de Agricultura y Ganadería; un plan de vivienda, un fondo de emergencia social y continuar con los centros de atención especializada, además de defender una institución "transparente".

La diputada de Málaga Ahora, formación apoyada por Podemos, Rosa Galindo, ha pedido que la institución "vuelva a sus raíces" para "ponerla al servicio de las personas, no de intereses partidistas o redes clientelares", lamentando que la mayoría absoluta se ha entendido como "un cheque en blanco". "Que la Diputación se abra, redefina sus funciones, sea por fin útil y atienda a los municipios que más lo necesitan", ha instado.

La portavoz del PP, Francisca Caracuel, ha ofrecido "diálogo, colaboración y lealtad", y ha dicho a los nuevos partidos que verán que la Diputación es "imprescindible" y "útil porque mejora la vida de las personas", garantizando la igualdad de oportunidades. Eso sí, ha abogado por más presencia en la calle y con los ciudadanos.

Etapa renovada

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que se trata "de abrir una etapa renovada después de un primer mandato en el que se han hecho esfuerzos muy importantes" como el saneamiento económico.

Ha considerado que tanto las políticas del alcalde de la capital como de Bendodo "han demostrado que son muy eficaces y muy efectivas". "Para nosotros son un referente porque han conseguido darle la vuelta a muchas de las dificultades que hemos vivido en esta crisis", ha apuntado, y ha añadido que Málaga "es un exponente de modernidad, de una tierra abierta, que crece y que es capaz de avanzar en crecimiento de creación de empleo".

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