El primer semestre del año ha cosechado en el puerto de Málaga una cifra negativa respecto al tráfico de mercancías. En concreto, estas han descendido un 3,8 %, hasta llegar a las 1.334.731 toneladas. La parte positiva del balance se la lleva la llegada de cruceros, que se ha incrementado un 22,5%, y el número de pasajeros, que suma un ascenso del 18,3%. La variación en el tráfico de mercancías se ha debido a que la falta de precipitaciones ha provocado que la cosecha sea "corta", según indicó el presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, quien añadió que esto ha motivado una caída en los graneles sólidos transportados, pasando de 812.339 a 690.936 toneladas, un 15% menos. No obstante, la previsión es que estos números se recuperen en el próximo semestre.

El tráfico de graneles líquidos ha tenido un movimiento de 70.447 toneladas, lo que supone una disminución del 35,1% respecto al mismo periodo del año anterior. Un hándicap más ha sido la huelga de la estiba que, aunque ha afectado a Málaga en menor medida que a otros recintos portuarios, tiene repercusión en la evolución de los tráficos en los últimos meses. Según Plata, algunas navieras "modificaron su comportamiento para evitar que los barcos fueran retenidos".

Por otra parte, aunque la importación de vehículos nuevos continúa siendo un mercado importante en el puerto de Málaga y es un referente en la mitad sur peninsular, durante el primer semestre también ha experimentado un descenso del 21,3%, con 26.133 unidades movidas frente a las 33.203 del año anterior. Pese a los acontecimientos adversos, el tráfico de contenedores se ha incrementado en el recinto portuario, hasta los 44.593.