No es tan asediada por los medios de comunicación como otras entidades financieras pero, en ese segundo plano en el que le gusta estar, Cajamar se está convirtiendo en un gigante en España. La cooperativa de crédito -nacida de la unión de las cajas rurales de Málaga y Almería- acaba de sumar un nuevo aliado. Se trata de la Caja Rural del Duero, con la que el pasado miércoles finalizó el proceso de fusión gracias al cual los números de la entidad comienzan a ser mareantes: 912 oficinas, 4.000 empleados 1,4 millones de clientes y 44.926 millones de euros de volumen de negocio.

Cajamar ya estaba muy cerca de estos parámetros por sí sola, hasta el punto que la fusión con la firma de Castilla y León es más importante desde el punto de vista de la cobertura geográfica que desde el propio volumen de negocio, ya que la entidad andaluza acaparaba más del 90 por ciento de todos los registros.

En los últimos años, Cajamar ha aumentado notablemente su red de oficinas y su plantilla, consolidándose como la primera cooperativa de crédito de España. La segunda, la Caja Rural de Valencia, es casi tres veces más pequeña. En 2002, Cajamar tenía 663 oficinas y 3.139 empleados. Sólo en el presente ejercicio, Cajamar -antes de la fusión- ha abierto 25 nuevas oficinas (7 en Granada, 6 en Madrid, 2 en Córdoba y Valencia, y una en Toledo, Alicante, Huelva, Jaén, Castellón, Lérida, Zaragoza y Palma de Mallorca) y antes de que termine este año prevé seis nuevas aperturas en Córdoba, Jaén, Huelva, Lérida, Toledo y Palma de Mallorca.

La expansión geográfica ha sido uno de los objetivos principales de Cajamar. Su hábitat natural era crecer en Andalucía, aunque también adoptó la estrategia de implantarse por todo el arco mediterráneo. Posteriormente, dio el salto a la capital española. En estos momentos, y sin contar la reciente fusión, Cajamar dispone de 381 oficinas en Andalucía, 214 en Murcia, 79 en Cataluña, 66 en Madrid y 41 en la Comunidad Valenciana.

Ahora, junto a Rural del Duero, entra en Castilla y León, y ya planea nuevas oficinas en Cantabria y Asturias para 2008. La intención de la caja andaluza es, según Luis de la Maza, copresidente y consejero delegado, "estar en toda España en el año 2012". Pese al ritmo de vértigo desplegado por la entidad, De la Maza estima que han crecido "de forma ordenada y sostenible".

Cajamar, que prevé cerrar el año con un aumento del beneficio del 18 por ciento, quiere seguir aumentando su red, en principio, sin recurrir a nuevas fusiones, aunque tampoco se cierran a nuevas posibilidades. "Nuestra línea está muy definida y si alguna caja se quiere acercar a nosotros la recibiremos, pero nuestra idea es crecer orgánicamente con oficinas propias. Si alguien se quiere sumar a nosotros tendrá que venir, además, de forma clara", explica el copresidente de la cooperativa de crédito. Por ahora la fórmula les ha salido bien.