Discapacidad

Capacitados

  • Si nos imaginamos a una persona sorda, nos viene a la cabeza la imposibilidad de ver una película, pero cuando pensamos en el día a día aparecen situaciones que nos complican la vida como pedir un café

SON varios personajes famosos los que durante un día se ponen en la piel de las personas con discapacidad. Dicho así, todos nos imaginamos la típica estampa de alguien subido en una silla de ruedas, intentando frustradamente subir un escalón excesivamente grande, o con un antifaz y un bastón guía sorteando varios obstáculos que han sido colocados infinitamente cercanos para no permitir que se haga el circuito sin tropezar con alguno.

La idea es la de siempre: concienciar al resto de la sociedad de la multitud de barreras que existen, ya sean arquitectónicas o de comunicación, utilizando para ello la siempre acertada estrategia de hacer sentir en uno mismo las condiciones de imposibilidad que se viven a diario. Sin embargo, este documental, al que se puede tener acceso mediante la dirección, www.capacitados.org <http://www.capacitados.org>, muestra algo diferente.

Trata de sensibilizar a ciertos personajes en su propio hábitat, haciendo comprender la existencia de barreras de todo tipo en los sitios más inverosímiles y, para ello, se otorga la condición de discapacitado eventual a cada uno de los famosos, dando una silla de ruedas, un antifaz y un bastón, y unos cascos para los oídos. Cuando uno no es usuario habitual de una silla de ruedas, es perfectamente conocedor de las dificultades para subir un escalón, una cuesta muy inclinada o para pasar por una puerta estrecha.

Sin embargo, cuando le pones la silla en su mundo natural se dan cuenta de las dificultades para subir a un coche, hacer un café, tender la ropa, coger algo del suelo o tener que ver una película en el cine desde la primera fila.

Ocurre igual con el resto. Y es que tenemos conciencia de una serie de barreras que las asignamos a cada una de las discapacidades, como si únicamente éstas fueran las dificultades ante las que nos enfrentamos. Si nos imaginamos a una persona sorda, a casi todos se nos viene a la cabeza la imposibilidad de seguir una película, o no poder tener acceso a la música, pero cuando pensamos en el día a día aparecen situaciones cotidianas que nos complican la existencia, como las dificultades de pedir una café en un bar, de comentar el estado del tiempo con quien desayuna a nuestro lado, o simplemente de darte cuenta de que alguien te avisa ante algún peligro.

Con los ciegos ocurre lo mismo. Y es que no es difícil imaginarnos la cantidad de cosas que hacemos todos los días y lo que nos costaría hacerlas con los ojos cerrados. Realmente no es fácil alcanzar un grado de empatía elevado por el desconocimiento que tenemos de la discapacidad.

Todos somos conocedores de las mismas, incluso podemos hablar de ellas como si las conociéramos de verdad, pero es difícil saber los condicionantes que llevan aparejados cada una de ellas. Sólo os contaré un secreto que a mí me llama mucho la atención. Como sabéis, las personas sordas ven las películas subtituladas, pues bien, los DVD que se hacen es España, están subtitulados en multitud de idiomas, menos en español.

Es decir, que cuando una persona sorda ver una película ha de hacerlo buscando que tenga subtítulos en español, y por ello, no podrán ser made in Spain. Ésa es la empatía a la que es imposible llegar. Justo esa que hace ponerse a otro en tu piel durante todo el día y no sólo para un ratito.

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