La Archicofradía de Pasión reveló ayer su secreto más destacado para esta próxima Semana Santa: la nueva imagen de Simón de Cirine, obra del imaginero hispalense Darío Fernández Parra.

El lugar elegido para la presentación fue la iglesia de San Julián, sede de la Agrupación de Cofradías. El templo se quedó pequeño ante el veredicto que se iba a producir. En el ojo de la opinión, un joven escultor, discípulo de Dubé de Luque. El acto arrancó con un audiovisual que recogía declaraciones del autor. Una vez acabado, el interior de San Julián se iluminó y apareció la nueva imagen de Simón de Cirine. La obra concuerda con la estética, morfología y modismos propios del Nazareno. El escultor se mostró satisfecho por la obra, cuyos trabajos han durado casi un año, y por el impacto ante el público. "Estoy ilusionado".

Se trata de su primer trabajo de envergadura para una hermandad de Málaga y puede marcar un punto de inflexión en su carrera. "La anterior imagen no calza con el Señor ni en formato ni en estilo ni en nada", aclaró. Un sonoro aplauso y unas cuantas felicitaciones refrendaron su trabajo. Además, la hermandad le entregó su escudo de oro.

La imagen destaca por su "soberbia", como la definió el hermano mayor de la corporación, Joaquín Orell. Es llamativa y portentosa (1,85 centímetros aproximadamente) y se presentó con la indumentaria que lucirá el próximo Lunes Santo. Ahora queda ver cómo será la escena en el trono y por las calles de la ciudad.

El Cirineo reemplazado fue concebido por Castillo Lastrucci en 1957 y gozaba de cierto cariño del sector cofrade, como dijo Orell. No obstante especificó que la imagen formará parte del Museo de las Cofradías y que se podrá contemplar durante todo el año. Además hay que tener en cuenta que el sanroqueño Ortega Bru dio forma a Jesús de la Pasión en 1976 por lo que el anterior cirineo se quedó flojo en aportación artística al momento que reflejan.