Málaga

El Clínico es referente para otras provincias en estudios sobre el estreñimiento

  • Más del 95% de los pacientes son mujeres · Los profesionales aconsejan vencer el pudor e ir al médico porque hay soluciones

Hay trastornos del organismo que por pudor se soportan durante años sin pedir ayuda a un médico. Es el caso del estreñimiento, un desorden que padecen muchas mujeres. El Hospital Clínico realiza desde hace años una prueba para determinar las causas por las que una persona tiene dificultades a la hora de ir al baño y en la que el centro sanitario malagueño es referente para otras provincias andaluzas, como Granada, Jaén y Cádiz.

La prueba se llama defecografía. Consiste en analizar el funcionamiento de la defecación y de todo el suelo pélvico. Aunque el tema suene escatológico, Juan López, especialista en radiodiagnóstico del Clínico y responsable de realizar estos estudios, aboga por romper los prejuicios porque hay soluciones médicas para esas pacientes. Puede ser con fármacos, operación o simplemente ejercicios.

López se refiere a las enfermas porque asegura que en el 98% de los casos son mujeres. El perfil es el de una paciente de más de 50 años que ha tenido varios embarazos y partos. "Generalmente son señoras multíparas que se han cansado de sufrir durante años en silencio y finalmente deciden acudir al médico", apunta. El radiólogo anima a las personas que padezcan el problema a vencer el pudor y plantearlo a su médico porque hay soluciones.

Pero para dar una solución, primero hay que determinar el origen del estreñimiento. López explica que normalmente al ir de cuerpo se produce un descenso mínimo de vejiga, útero y recto. La prueba permite precisar si hay un descenso patológico y varias de sus posibles causas. Para ello, los radiólogos utilizan papillas y sustancias de contraste que hacen posible analizar al mismo tiempo cómo funcionan el intestino, la vagina y la vejiga; las partes del cuerpo que podrían estar provocando la dificultar para ir al baño.

López insiste en que aunque suene desagradable, no es una prueba dolorosa. Se hace sin anestesia y con carácter ambulatorio, ya que la usuaria se puede ir una vez concluida. El hecho de que la amplísima mayoría de las pacientes sean mujeres se atribuye a dos razones. Una, que debido a los embarazos y los partos sufren un mayor deterioro de los músculos del suelo pélvico. Otra, que las mujeres son más remilgadas a la hora de utilizar cualquier baño y reprimen con mayor frecuencia el reflejo de la defecación, lo que favorece el estreñimiento. "Y no es bueno reprimir ese reflejo", explica el radiólogo.

López aconseja además superar el pudor y plantear el problema al médico de cabecera, que es el que debe valorar el caso y derivarlo -o no- al especialista. Las cifras reflejan que es una prueba diagnóstica que se demanda cada vez más. Hace varios años, cuando comenzó a realizarse apenas se hacían dos o tres al año. Ahora, el hospital supera el medio centenar.

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