Málaga

La Cónsula arranca el curso sin tener contratada la mercancía para cocina

  • La Junta tiene en proceso de licitación la contratación de proveedores para La Cónsula y La Fonda

Alumnos en las cocinas de La Cónsula, en una imagen de archivo.

Alumnos en las cocinas de La Cónsula, en una imagen de archivo.

Los estudiantes de segundo curso de Cocina de las escuelas de hostelería La Cónsula y La Fonda han iniciado el curso sin tener a disposición los productos perecederos que son parte esencial de su proceso formativo. La Consejería de Empleo, que asumió en 2016 la gestión de ambos centros, tiene abierta las licitaciones para contratar a los proveedores por un importe que alcanza los 284.000 euros.

El presupuesto base con el que ha salido a concurso el contrato para La Cónsula asciende a 164.481 euros, e incluye el suministro de carnes, embutidos, huevos, frutas, verduras, pescados, mariscos, lácteos y bebidas hasta el 31 de julio de 2018. En este caso, el contrato, dividido en ocho lotes, se publicó a principios de julio, con la previsión de que los interesados presentaran las ofertas hasta el 2 de agosto. La apertura de los sobres en los que las empresas que participan en el concurso han expresado sus criterios y condiciones se produjo el pasado 5 de septiembre. En este momento, falta que la mesa de contratación adjudique el contrato.

La situación en la escuela de hostelería La Fonda, ubicada en Benalmádena, es similar. En este caso, el importe de partida del contrato asciende a 120.346 euros. La licitación se publicó también en julio, con la previsión de recibir ofertas hasta el 2 de agosto y la apertura de los sobres con criterios de adjudicación tuvo lugar el 5 de septiembre. Todos los plazos apuntan que el suministro de productos de alimentación a ambos centros es cuestión de días, aunque en todo caso se producirá con los estudiantes de segundo curso de Cocina ya incorporados a sus respectivas escuelas. En cursos anteriores las existencias estaban disponibles al inicio de las clases.

Por el momento los alumnos de segundo curso tanto de Cocina como de Servicio han sido los únicos que han iniciado la actividad en La Cónsula y La Fonda. Las clases comenzaron para ellos el 11 de septiembre, junto con el resto de las enseñanzas de Primaria y Educación Infantil.

La incorporación de los estudiantes de primer curso está prevista que tenga lugar en los primeros días de octubre. En este caso, la actividad académica comienza más tarde porque Empleo ha decidido ampliar hasta ayer, 18 de septiembre, el plazo de inscripción para facilitar la incorporación de jóvenes interesados en cursar Servicios de Restaurante que no podían solicitar la matrícula en junio, justo en el plazo ordinario, porque estaban trabajando.

El acceso a estas escuelas de hostelería está reservados a jóvenes desempleados. Sin embargo, al abrirse el plazo de inscripción coincidiendo con el arranque de la temporada alta muchos de los alumnos potenciales estaban empleados fundamentalmente como camareros, circunstancia que les impedía conseguir plaza. En estas circunstancias Empleo optó por alargar el periodo de preinscripción de septiembre para que los interesados que no cumplían los requisitos en junio, pero que ahora estén sin empleo, pudieran iniciar el proceso de inscripción y matrícula.

Al margen de estas particularidades, el curso arranca casi normal en las dos escuelas de hostelería que el año pasado se integraron en la Consejería de Empleo, poniendo fin a su trayectoria como consorcios, después de que la Unión Europea pusiera trabas al sistema de gestión que realizaban, porque se utilizaban fondos comunitarios para atender gastos que no eran subvencionables.

No obstante, queda por resolver la cuestión de la apertura de los restaurantes. Tradicionalmente, ha atendido al público ajeno y constituía una parte importante de la formación que recibían los alumnos tanto de Cocina como de Servicio. El año pasado el restaurante quedó ya reconvertido en un aula de cocina y aunque la Consejería de Empleo que nunca ha descartado su reapertura, tiene pendiente hallar una fórmula jurídica que permita establecer precios públicos por su carta y servicios.

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