Málaga

Denuncian a una mujer por volar un dron durante el traslado del Cautivo

  • Testigos afirman que la aeronave grababa a baja altura y la Policía le obligó a retirarla

Al fondo, el dron durante el traslado del Cautivo.

Al fondo, el dron durante el traslado del Cautivo. / wonderfulhotelss

Había centrado la atención de las más de 2.000 personas que a las 20:00 acudían al traslado de Jesús Cautivo y la Virgen de la Trinidad. Un dron, de entre 25 y 30 centímetros de longitud, sobrevolaba el desfile procesional unos 20 metros por encima del público, con el consiguiente riesgo de que perdiera estabilidad y terminara precipitándose sobre la multitud. "Recorrió toda la calle hasta la antigua casa hermandad del Rocío. Todo el mundo estaba pendiente ya que grababa a baja altura", explicó uno de los testigos a este periódico.

Varios agentes del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) que se encontraban en la zona se afanaron en localizar a la persona que pilotaba la aeronave. No tardaron en dar con ella. Era una mujer de 49 años y natural de Madrid que reconoció que carecía de la autorización pertinente para realizar dicha actividad. Los policías, tras informarle de la normativa, le pidieron que cesara el vuelo e iniciaron una propuesta de sanción que se remitirá, a través de la Subdelegación del Gobierno, a la Unidad de Aeronaves Pilotadas con Control Remoto de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). "Era un dron de los grandes, de esos que se usan en series o anuncios para sacar buenas tomas. Iba todo el rato por encima de la banda y las promesas hasta que se adelantó y empezó a grabar de cara. Si hubiera sido más pequeño no habría habido tanto lío", subraya el mismo testigo.

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) recuerda que el uso imprudente de una aeronave puede tener "consecuencias para otras personas" y el usuario que la pilote "de forma indebida" puede enfrentarse a una multa de hasta 225.000 euros. Su utilización como hobby o vuelo recreativo "no necesita habilitación, pero sí debe cumplir las normas de seguridad". En ese sentido, el organismo recalca que no se pueden volar "en zonas urbanas y tampoco sobre aglomeraciones de personas, es decir, en parques, playas, conciertos, bodas, manifestaciones y procesiones".

Los drones tampoco se pueden "usar de noche, ni cerca de aeropuertos o donde se realicen vuelos con otras aeronaves a baja altura, como las zonas de parapente, ultraligeros y paracaidismo". Aunque para utilizar una aeronave de forma lúdica no se requiere ser piloto, AESA destaca que sí se debe saber volar "con seguridad". Además de que no se puede "poner en peligro a las personas en tierra y a otras aeronaves", los daños que cause el dron "son responsabilidad de quien lo maneja".

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