Las lluvias de los últimos días deslucieron ayer la inauguración de la A-7 entre Albuñol (Granada) y Adra (Almería), al provocar desprendimientos en dos de los 10,5 kilómetros de longitud de este tramo.

La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, reconoció ayer que las obras para reparar los desperfectos que ha ocasionado el temporal se prolongarán al menos durante un par de meses en este recorrido de la carretera, ya en el término municipal de Adra.

Las lluvias han ocasionado desprendimientos que han obligado a realizar obras complementarias para reforzar los taludes y, por tanto, la seguridad en la zona afectada.

El conjunto del tramo, incluida la zona afectada, ha resultado ser de los más caros de la red de carreteras españolas, tras requerirse una inversión de 115 millones de euros. Es decir, el coste se eleva a casi 11 millones por kilómetro de carretera cuando lo habitual es que esta media sea de 4,5 millones.

El hecho de que se haya tenido que inaugurar la obra con dos kilómetros de carretera deteriorada por las lluvias y ya con obras de reparación provocó ayer las críticas del Partido Popular. Concretamente, el diputado del PP por Almería Rafael Hernando tachó de "burla" la inauguración parcial del trazado entre Albuñol y Adra.

Hernando aseguró ayer que el PP ya había advertido al Gobierno de los problemas de seguridad que afectaban a la obra, de ahí que haya acusado a la ministra Álvarez de "soberbia" y de preocuparse sólo por "inaugurar" algo antes de las elecciones.

Los trabajos en la A-7 entre Albuñol y Adra comenzaron en 2002. Los accesos al Puerto de Almería y a la A-92 todavía no están en obras, mientras que en la provincia de Granada de los 11 tramos establecidos tres han entrado en servicio y en 2008 lo harán otros dos. La conexión por autovía entre Málaga y Almería ha contado en la actual legislatura con un presupuesto de 550 millones de euros y en la actualidad se encuentra al 54 por ciento de su ejecución.