Málaga

"Después de la potabilización del agua, las vacunas son la medida más eficaz"

  • El pediatra malagueño cree que estos especialistas deben trabajar para convencer a los padres antivacunas de que no deben dejar pasar ese beneficio "tan importante" para sus hijos

Baca en la Cofradía de Mena a la que pertenece.

Baca en la Cofradía de Mena a la que pertenece. / fotografías: MARIOLA RUIZ

Desde hace diez años, Manuel Baca dirige el área de Pediatría del Hospital Quirón. Además, es jefe del Grupo Pediátrico Uncibay. Reconoce que necesita dormir poco. Quizás por eso también le queda tiempo para ser teniente hermano mayor de la Cofradía de Mena y tertuliano de baloncesto en la Cadena Cope.

-Durante más de una década, los pediatras pidieron un calendario de vacunas único en toda España. Por fin se ha conseguido...

-Los pediatras siempre se han implicado mucho en que la enfermedad no llegara a producirse en el niño y el medio más eficaz es precisamente mediante la inmunización. Es decir, las vacunas. Gracias a esto se han podido erradicar diversas enfermedades. Alguna clásica como la viruela y en los últimos años, la polio. Los pediatras a través de la Asociación Española de Pediatría solicitaban que todos los niños españoles tuvieran una cobertura común que asegurara que todo un grupo importante de enfermedades no podía producirse y parece que ese momento ha empezado a ocurrir; que ese calendario empieza a desarrollarse en las diversas comunidades autónomas. Nosotros pedíamos que no fuera un calendario de mínimos para que cubriera todas las necesidades y realmente está siendo así con la última incorporación de la vacuna antineumocócica, conocida como Prevenar.

-Ahora todos los niños españoles, desde el punto de vista de la inmunización son iguales...

-Claro. Para nosotros era importantísimo que todos los niños tuvieran el mismo derecho y aunque podemos entender la descentralización, pedíamos que eso no repercutiera en las prestaciones que recibía cada niño.

-Además las Administraciones central y autonómica por fin han oído vuestra petición para que algunas vacunas como la del papiloma o la varicela se adelantaran... Ha tardado en conseguirse, pero se ha logrado.

-Bueno, los pediatras siempre hemos procurado colaborar con las Administraciones y con las familias porque nuestro objetivo siempre ha sido que el que se beneficiaria fuera el niño. Poco a poco todas las partes lo han entendido. La política está siendo buena, la estrategia está siendo adecuada. Nos gustaría que todo fuera más rápido, pero a veces las cosas no son fáciles. Lo importante es que vamos hacia adelante.

-¿Y cómo ve a los antivacunas?

-No me parece adecuado el no aconsejar las vacunas en los niños porque realmente se sabe que después de la potabilización de las aguas es la medida más efectiva que ha existido para evitar la enfermedad. Los profesionales nos tenemos que adaptar a la situación que hay. Y lo que tenemos que hacer es trabajar para convencerlos de que no deben dejar pasar este beneficio tan importante para sus hijos.

-Es jefe de Pediatría del Hospital Quirón en Málaga, Murcia y Torrevieja (Alicante) y del Grupo Pediátrico Uncibay y además participa un grupo de transporte de niños en situación crítica ¿Cómo lo hace?

-Trabajo mucho, duermo poco y utilizo las tecnologías. Skype, chats... Todas las mañanas, a las 8:00 tenemos una sesión en videoconferencia y todos los grupos se conectan. Los de Quirón, los del transporte y los de las policlínicas del grupo Uncibay. Entre todos comentamos pruebas diagnósticas. Todos podemos opinar porque a través de la imagen nos llegan los resultados a todos.

-¿Y esto va a cambiar mucho la forma de trabajar?

-No tengo ninguna duda. Va a cambiarlo todo completamente. Organizar todo este volumen de profesionales en común tiene unas sinergias que da resultados muy positivos. Es útil desde poder pensar todos a la vez en una enfermedad muy rara que diagnosticar o porque siempre hay alguien que tiene la experiencia de cómo le ocurrió una situación en un momento anterior.

-Si tuviera que resumir los principales problemas de salud de los niños ¿cuáles serían?

-Hay dos grandes grupos. Los sumamente enfermos -desde grandes prematuros de 500 gramos hasta el niño con un tumor cerebral- y los crónicos -que padecen alguna enfermedad que no es curable de manera inmediata y que lo vamos a tener que estar ayudando durante mucho tiempo-.

-¿Niños de 500 gramos son viables?

-Son viables y hoy en día salen con bastante pocas secuelas. En la Unidad Neonatal del Hospital Quirón de Málaga hemos tenido ya bastante de estos niños; algunos de personajes importantes de la ciudad. Son niños que no reconocerías que han sido de 500 gramos. Son sanos y normales. Hace unos meses tuvimos uno de un deportista famoso que está jugando en otro país, nos manda fotos y el niño está teniendo una progresión perfecta. Da una sensación muy distinta que en otros ámbitos de la Medicina porque se integra a la familia, porque los momentos que viven los padres son absolutamente únicos y porque luego es un niño que lo vas a seguir viendo mucho tiempo ya que normalmente mantenemos la fidelización con la familia. Vemos cómo progresan, cuando hace unos años pensábamos que era casi imposible.

-¿Este ámbito ha cambiado mucho en los últimos años?

-Yo acabé la carrera en el 83. Desde entonces, la viabilidad de estos niños ha aumentado muchísimo. Uno de los elementos que más contribuyó fue que el presidente Kennedy de Estados Unidos tuvo un prematurito que está enterrado en Arlington. Cuando le comunicaron que había tenido un prematuro a la vez le comunicaron que no podían hacer nada por él porque no había medios para sacar un niño así adelante. Falleció en pocas horas. Desde entonces se creó un movimiento para hacer avanzar a los recién nacidos. Aquello lo metió en la agenda política.

-¿Y la obesidad?

-Es uno de los grandes lastres que tenemos en la actualidad. La catalogaría como una enfermedad crónica. No podemos permitir que se fije como enfermedad crónica. Tenemos que trabajar para que tenga un retroceso y para que los niños que han caído, que la situación sea reversible. Las consecuencias son funestas para toda la vida. Realmente la salud de ese niño se repercute mucho.

-¿Es necesario un cambio en la forma de jugar de los niños?

-Totalmente. O por lo menos, es necesario que haya una progresión a positivo. Con frecuencia, hoy en día tienden al sedentarismo. Los juegos ya no son con un componente de actividad física, sino que son sedentarios; de consolas y ordenador. No solamente la alimentación y la nutrición no son adecuadas, sino que además el niño no tiene actividad física.

-¿Puede dar algunos consejos para evitar accidentes?

-El primero, intentar que siempre los niños estén vigilados por alguien. Aún así, incluso estando encima del niño, no hay manera de evitar el accidente. El segundo, pensar las consecuencias tan malas que tiene para un niño un accidente. Desgraciadamente vemos muchos accidentes de tráfico con niños implicados. Y daría un último consejo: que los padres, después de que ha ocurrido un accidente, se quiten de la cabeza que han sido culpables. Son situaciones que sobrellevan con dificultad. Hay accidentes que son importantes y los padres siempre tienen la tendencia a culpabilizarse de lo que le pase a un hijo. Desgraciadamente, los accidentes ocurren.

-¿Cómo se ha notado la crisis en la sanidad?

-Siempre he tenido la sensación de que se iban a producir cambios en nuestra sanidad y que esos cambios se han acelerado por la crisis, pero en realidad ya estaban ocurriendo. El sector privado en España tenía menor presencia que en el resto de países de Europa. Su tendencia natural era a crecer. Es verdad que tanto ese sector como el público han tenido que sobreponerse a una situación de recursos disminuidos. Con lo cual seguramente ha sido más difícil que en otros países de Europa, tanto del sector público como privado. Creo que tenemos un magnífico sistema sanitario que se está reforzando con la irrupción de la medicina privada y creo que cuando todo termine de sedimentar vamos a seguir a la cabeza de los países occidentales en sanidad.

-Sanidad pública y privada ¿Competidoras o complementarias?

-Creo que siempre tienen que ser complementarias. El fin último es el paciente y en mi caso el niño. Tenemos que poner todos los medios que podamos a disposición de la salud del niño y de su bienestar. Para eso es importante que medicina pública y privada colaboren y nunca se puede producir que antagonicen.

-¿Algo de lo que esté orgulloso en su hospital?

-Uno, de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, que fue absolutamente pionera en el sur de España. No había otras unidades. Se creó con 10 puestos de intensivos. En todos estos años, eso nos ha posibilitado tener un gran volumen de recién nacidos y prematuros enormemente enfermos y obtener unos resultados de primera línea a nivel de los mejores hospitales españoles. Y en segundo lugar, que tenemos muy desarrolladas las especialidades de Pediatría porque pensamos que en siglo XXI es importantísimo que sean tratados por subespecialistas. También me siento orgulloso del trabajo en investigación, que lo tenemos muy desarrollado. Participamos en tres estudios multicéntricos internacionales.

-¿Le queda tiempo para hobbies?

-Tengo dos: el baloncesto y la lectura. El otro día estuve en la final de Valencia con el Unicaja. Mantengo una tertulia estable desde hace muchos años de baloncesto en la Cadena Cope. Jugué durante muchos años, pero la última vez que lo intenté con mis hijos, no sé si ves esta cicatriz, me rompí el tendón de Aquiles. Así que ya solo el micrófono y el asiento en el pabellón para ver a los jugadores. En la final del Unicaja disfruté mucho porque en un pabellón de 8.000 personas solo estábamos 50 aficionados de Unicaja. La Policía nos hizo un cordón de seguridad. El partido parecía que era imposible ganarlo, pero nos dieron esa alegría. Y mi otra gran afición es la lectura. Me encanta la novela histórica. Tengo un raro hábito que es leer tres, cuatro o cinco libros distintos e ir saltando de uno a otro.

-Es teniente hermano mayor de la Cofradía de Mena. ¿Ha llevado el trono?

-Antes, ya no. Ahora soy el jefe de procesión de Mena. Lo llevé, pero no muchos años porque siempre me ha gustado ser nazareno. Mena lleva casi 1.400 personas en la procesión y organizarlas es muy importante y muy bonito.

-¿De dónde le viene esa pasión?

Pertenecían a esta cofradía mi abuelo, mi padre y ahora también mis hijos. Es un tema familiar. La Semana Santa tiene unos valores culturales y artísticos que son seña de identidad del sur de España y debemos reivindicarlos. Y para los que somos católicos son unas fechas muy destacadas.

-¿Qué le mejoría a Málaga?

-Málaga en los últimos años ha hecho un avance tremendo. Por ese avance tan espectacular es como cuando un niño crece, que el traje se le va quedando pequeño. Málaga necesita seguir avanzando en lo que ya está haciendo. Tenemos un buen centro histórico, pero tiene que seguir avanzando; una envidiable oferta cultural, pero no se puede dar un paso atrás y no es fácil mantenerla; tenemos buenas comunicaciones, pero hay que seguir avanzando en la red de carreteras y ferroviarias. Seguramente el punto álgido de la ciudad es lo bien que sabe acoger a todo el mundo y hay que seguir en esa línea.

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