El Prisma

La Diputación Warren

  • El organismo que preside Salvador Pendón ya podría haber encargado la investigación de los enchufes en la UNED a Mortadelo y Filemón antes que crear una fugaz comisión de políticos

SI no quieres que se sepa la verdad, monta una comisión de investigación". No es una recomendación del Arte de la Guerra de Sun Tzu, del Tao Te King ni del Príncipe de Maquiavelo, pero bien podría inspirar cualquier capítulo de un manual de autoayuda dirigido a la clase política. Porque no hay nada mejor que crear una comisión de investigación para marear la perdiz, alejar los focos de cualquier denuncia, por grave que sea, pinchar el balón y dormir el partido, que dirían los futboleros.

La historia está llena de comisiones de investigación que sólo han supuesto una gran pérdida de tiempo y dinero y una gran decepción para los contribuyentes. Por lo general, como las suele organizar y dirigir la administración y el partido que precisamente son objeto de la denuncia o del escándalo, sus conclusiones acaban siendo un arma defensiva más que tirar a la oposición y nunca -salvo quizás aquel concienzudo informe sobre los atentados del 11-S- un varapalo para el gobierno de turno.

Algunas, como la famosa comisión Warren que investigó el asesinato de JFK, terminan elaborando teorías que más bien parecen dogmas de fe, como la dichosa bala mágica que atravesó el cuello de Kennedy e hirió en el pecho, la muñeca y el muslo al gobernador Connally, en una trayectoria rocambolesca que no se cree nadie.

Pero el colmo del absurdo es montar una comisión de investigación formada por políticos del ente denunciado, como ha ocurrido en la Diputación de Málaga a raíz de la grave denuncia de enchufismos, trabas e indecencias de baja calaña que formuló el dimitido director de la UNED, Andrés Martínez Lorca.

A Pendón le quedó muy rimbombante anunciar un ente especial para investigar algo que no se quería investigar. Se nombra a siete diputados (tres del PSOE, dos de IU y dos del PP) para aclarar un turbio asunto y, tras reunirse cuatro veces, no citar a declarar a nadie y sólo tener en cuenta la carta enviada por el denunciante -a la que el lector tiene acceso a través de la web de este periódico, www.malagahoy.es- se cierra la misma comisión con la misma falta de disimulo con la que se constituyó.

Las denuncias de Martínez Lorca no son graves sino gravísimas. Hablan de funcionarios colocados en el centro de la UNED por su filiación y actuando como siniestros comisarios políticos, que hacían la vida imposible en el centro, y de múltiples intentos de colocar, tanto en las aulas delegadas de otros municipios de la provincia como en la sede de la capital, a personal no cualificado cuyo principal mérito debía de ser el carné o los favores debidos. También de dos diputadas socialistas que ocuparon la presidencia del Consorcio y cuya labor queda muy cuestionada. Y una de ellas, Salomé Arroyo, aspira ahora a ocupar la vicepresidencia primera de la Diputación que dejará presumiblemente vacante Bustinduy.

La impunidad, la desfachatez con las que se ha cerrado el proceso no disipan, sino aumentan, la sombra de la sospecha que oscurece el luminoso edificio de la Diputación en el paseo de Poniente. En este y en otros asuntos.

'esperanza' reguero

Pero no desesperen porque sigue habiendo algún que otro motivo para creer en la política. Y no hay que irse al otro lado del charco a escuchar un discurso de Huracán Obama, también hay pequeños gestos que retratan a sus protagonistas. Hace un par de sábados, ya de noche en una tarde fría y ventosa de ésas en las que salir de casa parece pecado, la concejal socialista Mari Luz Reguero fue descubierta entregando una carta a un vecino. Quería acudir en persona a comunicar al ciudadano que su problema sería tratado en el siguiente pleno. Un bonito ejemplo que ojalá cunda.

un tranvía malagueño

Algún que otro cofrade malagueño que ha tenido la oportunidad de disfrutar del nuevo tranvía en superficie por el centro de Sevilla no ha podido ocultar la sonrisa pícara al escuchar la señal que avisa de las paradas. El sonido musical de una campana más parecida a las de los tronos de la Esperanza o de la Expiración se impone en la ciudad de los fríos llamadores.

todo por un parking

Y hablando de tranvía y transporte público, cada vez resulta más vergonzoso el espectáculo que se está montando con la Ciudad de la Justicia porque la Junta no le ha construido una plaza de aparcamiento a cada juez, fiscal o funcionario. Hay que darle toda la razón a Aurora Santos cuando se escuchan o leen las quejas de sus señorías por no disponer de otro privilegio gratis al que no tienen derecho los comunes mortales. Que ésa sea la principal pega a tamaño edificio y proyecto es de juzgado de guardia.

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