El presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, anunció ayer que la institución alcanzará la deuda cero en el mes de junio, adelantándose a lo inicialmente previsto, que era lograr esta situación a finales del presente ejercicio. Tras mantener una reunión de trabajo con el secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, el dirigente de la institución malagueña indicó que el pago de las partidas previstas para amortizar deuda se unificará en uno solo, previsiblemente en junio, momento en el que, por tanto, el ente dejará de tener deuda.

En 2011, cuando el PP accedió al Gobierno provincial, la deuda financiera superaba los 220 millones, a los que se añadían otros débitos de 50 millones a proveedores y unos 15 a la Seguridad Social, recordó Bendodo. "Es muy buena noticia que los malagueños sepan que su Gobierno provincial no tiene ninguna deuda, que paga puntualmente, en tiempo y forma a sus proveedores", sostuvo.

Fernández de Moya felicitó a Bendodo por su gestión económica, financiera y presupuestaria y subrayó que la Diputación está cumpliendo con la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, erigiéndose "en referente de España en una variable muy valorada, en el cumplimiento del periodo medio de pago a proveedores". En la reunión participaron el subdelegado del Gobierno, Miguel Briones; el alcalde de Benahavís, José Antonio Mena, y la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Estepona y diputada de Recursos Humanos Pilar Fernández-Figares.

El secretario de Estado abordó el decreto ley que el Gobierno está negociando con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para reinvertir el superávit municipal y para ampliar los grupos de programas de inversión en las nuevas Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS). Sobre ello, dijo que la idea es concluir este mes el decreto ley "que permitirá a las entidades locales seguir gastando su dinero en las preocupaciones, inquietudes y necesidades de sus ciudadanos".