La Federación Malagueña de Fútbol ha facilitado al Grupo de Menores de la Policía Nacional (Grume) un listado de todos los jugadores que han estado bajo las órdenes del entrenador malagueño Juan Carlos C. F., que permanece en prisión por presuntamente haber abusado de un menor y haber mantenido conversaciones de índole sexual con otros cinco a través de WhatsApp. Según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas a la investigación han sido precisamente los datos personales aportados por el órgano futbolístico los que habrían facilitado a los investigadores llegar hasta estos cinco últimos menores afectados. Con ellos habría presuntamente conversado e intercambiado "imágenes sexuales", según asegura la Policía.

Las mismas fuentes apuntaron que la investigación continúa abierta, por lo que los agentes no descartan que aparezca algún caso más. El número de jugadores menores que han estado bajo las órdenes del técnico, de 44 años, se estima que ronda los 60. Desde hace alrededor de siete temporadas, la Federación malagueña obliga a la inscripción formal de los equipos de fútbol, con todo su personal técnico y los responsables al frente del mismo. Por lo que la lista facilitada a la Policía Nacional se remonta hasta esa fecha e incluso sería posterior, porque el técnico ha estado desvinculado del mundo del fútbol durante años hasta que hace cuatro o cinco temporadas regresó.

El entrenador, arrestado por la Policía hace al menos tres semanas, declaró este pasado viernes ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga que instruye el caso y llegó a reconocer los hechos; momento en el que se derrumbó y reconoció que necesita ayuda, aseguraron las fuentes consultadas.

Según la investigación policial, el arrestado presuntamente abusó de un menor en el tiempo en el que entrenaba en las categorías inferiores de un club de fútbol malagueño. El caso se inició a raíz de la denuncia de los padres de un niño "al tener conocimiento de que su hijo podría haber sido víctima de abusos sexuales por parte del que fuera su entrenador", explicaba el viernes el Cuerpo Nacional de Policía en una nota. Los presuntos abusos se habrían cometido, arrojan las pesquisas realizadas, durante los viajes del equipo a otras localidades para disputar los partidos como visitante, en los que el técnico se habría aprovechado de "su situación de superioridad" para lograr sus propósitos.

Las fuentes consultadas explicaron que los padres accedieron al móvil del menor y al percatarse del tono de las conversaciones, acudieron directamente a la Comisaría de Policía -sin preguntar siquiera a su hijo por lo sucedido- para que los agentes decidieran de que modo actuar. Aunque los presuntos abusos se remontarían a hace al menos año y medio o dos años, el supuesto agresor se habría puesto de nuevo en contacto con la víctima por WhatsApp recientemente.