El Quinqué

Fumando en pipa

ES innegable la victoria del sector oficialista del PSOE obtenida en la votación celebrada ayer para designar a los 32 delegados que representarán al PSOE de Málaga en el congreso federal de esta organización que tendrá lugar el próximo 3 de febrero en Sevilla. Pero no es menos cierto, que también constituye un éxito para el sector crítico conformado en torno a Socialistas Hoy y liderado por José Aguilar, ya que en esta primera vez en la que los dos sectores han tenido la posibilidad de medir sus fuerzas, el 32,16% de los votos obtenidos, a tan sólo 34 días de la presentación pública de este movimiento, significa que hay partido de aquí al mes de junio cuando toque celebrar el cónclave ordinario en el que se deberá proceder a la renovación de los órganos de dirección provincial socialista.

También se puede decir que la reunión en Mijas de la militancia socialista constituye un éxito para José Antonio Griñán, que sale respaldado por los dos grupos en litigio, pero que contará con la disciplina asegurada de los votos de los delegados del sector oficialista, algunos más de los que el secretario regional esperaba en los números con los que prepara su jugada de cara a la elección del que será nuevo secretario general y, por lo tanto, el sustituto de José Luis Rodríguez Zapatero. Un extremo, que por otra parte, no quedó definido en el congresillo de los socialistas malagueños ya que la candidatura ganadora optó por no definir su posición entre Alfredo Pérez Rubalcaba o Carmen Chacón y sí por otorgar un mandato abierto a sus compromisarios para que puedan elegir entre los candidatos que finalmente se presenten en la cita sevillana.

En cualquier caso, el congreso extraordinario de Mijas se celebró en un ambiente de normalidad, pero no exento de cierto clima de tensión que evidenciaba que en el PSOE de Málaga se ha terminado el tiempo en el que la dirección contaba con el apoyo de una sólida y amplia mayoría, para dar paso a una etapa en que se hacen más necesarios los equilibrios y, sobre todo, el cuidado de las formas, un ingrediente esencial en el buen funcionamiento de toda organización democrática. Y este es un defecto del que adolece, con demasiada frecuencia el tándem que conforman Heredia y Conejo. El consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, no ocultó en ningún momento durante su permanencia en las instalaciones del CIO, escenario del congreso, que "fumaba en pipa". Según explicó a los periodistas no por el hecho de haber sido excluido de la candidatura oficial, sino por la forma de comunicarle tal decisión. Plata supo, al mismo tiempo que otros muchos, a través de un mensaje a en Twitter que la dirección provincial no contaba con él para incluirle en la lista. Una explicación que el consejero andaluz no había recibido al filo de ponerse el punto y final a la reunión de Mijas.

Una situación similar a la sufrida por la presidenta regional del PSOE de Andalucía, Rosa Torres, que quedó descabalgada de la embajada de Málaga a ocupar, por la utilización del orden alfabético, uno de los últimos lugares de la lista oficial. Fueron las mujeres encuadradas en la candidatura de la competencia las que reivindicaron la necesidad de que la presidenta ocupase un lugar destacado, mientras que sus compañeras de lista guardaban un silencio sepulcral. Para los observadores políticos son ya muchos los cadáveres que la actual dirección va dejando en el camino, lo que podría estar en la razón del ataque de pánico escénico que llevó a Heredia y Conejo a plantearse, durante el tiempo de la votación de ayer, la posibilidad de aceptar la propuesta planteada por Aguilar de alcanzar un acuerdo que incluyera en una lista unitaria a los dos consejeros, junto a Torres y Heredia, más 14 representantes de cada uno de los sectores. Al final fue desechada y se hizo público el resultado ya conocido de 12 a 10. Pero el malestar va en aumento.

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