El edificio de usos múltiples de la Junta de Andalucía, que tras una inversión de 1,6 millones de euros que propició su rehabilitación energética y su mutación del tradicional edificio negro al edificio blanco, volverá a ser objeto de obras. Aunque de mucha menor escala. La Administración regional, a través de la Empresa Pública de Gestión de Activos (Epgasa), tiene intención ahora, casi dos años después de que se culminase su anterior transformación, de proceder a sustituir la impermeabilización de la cubierta de la planta 14. La tarea se estima en unos 100.000 euros.

De acuerdo con el pliego de condiciones que rige este concurso, la cubierta sobre la que se va a intervenir consta de varias capas superpuestas de impermeabilizaciones antiguas que deberían ser retiradas. Incluso, por medio de un plano, se localizan hasta doce goteras en toda la superficie. Conforme a las condiciones fijadas, la actuación deberá acometerse en un plazo máximo de un año y tres meses, a dividir en dos fases, con una posible parada de tres meses entre cada una de ellas siendo el periodo máximo de cada etapa de seis meses. Según la información gráfica, la primera de las etapas se corresponde con una superficie de cubierta de 375 metros cuadrados, mientras la segunda es de 355 metros. El objeto del contrato será la ejecución de una nueva capa de impermeabilización "mediante lámina soldada doble asfáltica, aislamiento térmico y mortero de protección terminado en pintura epoxi, todo ello en continuio, incluso bajo la maquinaria existente y resto de elementos en la cubierta".

La tarea que ahora se contempla sobre este edificio administrativo, que acoge varias de sus delegaciones provinciales, con unos 800 funcionarios, se plantean casi dos años después de que finalizase fuese objeto de una importante renovación de sus parámetros de eficiencia energética, incluyendo la colocación de una nueva fachada de color blanco. Todo ello con un valor estimado de 1,9 millones (incluido el IVA). El arranque de la operación se produjo a mediados de agosto de 2014.

A la adecuación de buena parte de las instalaciones interiores del edificio, caso del sistema de climatización y la mejora de la iluminación con la incorporación de un sistema de control del alumbrado, la intervención trajo consigo la instalación de una segunda piel mediante la que lograr un mayor aislamiento térmico. Con ello, la Agencia Andaluza de Energía, responsable de aquella iniciativa, buscaba controlar el soleamiento delos planos acristalados y mejorar la capacidad térmica del edificio, una reducción acústica, y la colocación de paneles de composite en las fachadas. Según los datos manejados en su día por la Administración regional, el desarrollo de esta actuación de eficiencia energética va a permitir un ahorro anual estimado en 45.000 euros.