Off the record

Gato por liebre y chare por hospital

  • La consejera de Salud echa mano del manual del electoralismo básico para prometer un proyecto ridículo que no da respuesta a las necesidades de Málaga l Cabos sin atar en el caso Agüera

YA decía don Enrique Tierno Galván que las promesas electorales se hacían para no cumplirlas. En Málaga sabemos mucho de esa frase del viejo profesor. Y recientemente hemos tenido varios ejemplos de ello. Si hace una semana los populares se sacaban de la manga un puerto deportivo en El Morlaco, utilizando la Fundación Ciedes como tapadera, ahora el as lo muestra la consejera de Salud con su "supuesto" tercer hospital para Málaga. Sería un centro añadido al Hospital Regional Carlos Haya, un edificio a instalar en una zona de altísima densidad urbana, de tráfico y con serios problemas urbanísticos. En fin, que esto no es lo que la plataforma por el tercer hospital de Málaga propuso. Antonio Herrera, adalid de una idea que le podía haber catapultado a la candidatura de IU a la Alcaldía, no tardará en darse cuenta de que le han dado gato por liebre, o chare por hospital, que viene a ser lo mismo.

El alcalde ha tenido reflejos al calificar el denominado tercer hospital como una ampliación del Carlos Haya, que en realidad sólo viene a sumar 20 nuevas camas a Málaga, ya que la consejera María Jesús Montero aprovecha la ocasión para quitarse de encima el problema del maldito Hospital de Cruz Roja.

Como guinda final, la muy andaluza consejera volvió con la cantinela de las habitaciones individuales para los pacientes, una promesa que los socialistas ya hicieron en 1996. Tampoco se le escapó la risa floja a Montero cuando dijo que se construirá en cuatro años, lo que da idea de lo ridículo de su tamaño y equipamientos o del escaso conocimiento que tiene la titular de la Sanidad pública andaluza en lo que se refiere a la ejecución de hospitales. El Costa del Sol, por ejemplo, tardó diez años en construirse. Quizás por ello, en el catálogo de hospitales públicos andaluces de la web de la Consejería, la última actualización es del año 2001, y el que firma la presentación, como consejero de Salud, es Francisco Vallejo.

En fin, más electoralismo, que diría el viejo profesor.

el caso agüera

El supuesto mensajero que pudo hacer la fotocopia no ha pagado el pato de la multitud de errores e ineptitudes del caso Agüera. Se cierra este turbio asunto de espionaje municipal que se queda sin aclarar. Siempre quedarán muchas dudas y la sensación de que esto es Venezuela o Nápoles, porque el responsable o responsables de encargar el seguimiento de la edil, la elaboración de un informe con las horas ociosas que pasaba en su trabajo y de filtrarlo posteriormente a los medios están en la calle, incólumes.

Llama mucho la atención el silencio absoluto de la víctima y defenestrada concejal Rosa Agüera, que ha vuelto a su actividad profesional como abogada. ¿Se siente compensada por esta resolución? Es difícil de creer.

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