Málaga

El Grupo Vera desaparecerá tras pedir al juez su completa liquidación

  • El Juzgado Mercantil liquidará Construcciones Vera y Draba, que acoge al resto de sociedades

Punto y final a los 76 años de historia de Construcciones Vera. La empresa ha solicitado al juzgado mercantil la liquidación tanto del área de construcción como de Draba, la sociedad en la que se engloban el resto de firmas del grupo como Alei, Baviera Golf, Gecosol, Hoclatel o Vera Industrial Patrimonio, entre otras.

La empresa no ha realizado ningún comunicado oficial, aunque fuentes próximas indican que el juzgado ha abierto la fase de liquidación de ambas sociedades y que será necesaria la presentación de un plan de liquidación para cada una que deberá ser aprobado para poder llevarlo a cabo. Entre los activos de Vera, además de su sede central situada en la calle Cerrajeros, hay principalmente viviendas. En el camino se quedan más de 70 trabajadores que han sido despedidos a través de un Expediente de Regulación de Empleo y que, según denuncian, "aún no hemos cobrado ni un euro y eso es una irregularidad absoluta". Los empleados están ahora expectantes con la liquidación de los activos y el futuro de sus salarios.

La compañía llevaba desde 2013 entre la espada y la pared y ha acabado hundida

El Grupo Vera llevaba años entre la espada y la pared por la caída en picado de la inversión en obra pública y de la venta de viviendas. Buscó nuevos proyectos en el extranjero, en países como Colombia, Portugal, Marruecos, Argelia o Nigeria, pero no han sido suficientes. A finales de 2013, la empresa -la segunda más importante del sector en Málaga- tuvo que pedir por segunda vez en su historia el concurso de acreedores -la primera vez fue en la crisis de los años 90- tras acumular una deuda de 76,5 millones de euros, de los cuales 25,4 millones eran con entidades financieras, 17 con proveedores y el resto a la Seguridad Social o Hacienda, entre otros.

La confianza en el presidente e impulsor de Vera, Francisco Vera, y la necesidad de cobrar algo de la deuda permitió que se pudiera alcanzar un convenio en menos de un año, de forma que a finales de 2013 se pactó un acuerdo a través del cual los acreedores aceptaban una quita del 45% y un pago aplazado en siete años.

La compañía ha podido hacer frente a esos pagos hasta 2017. Ayer vencía el plazo y debía abonar a los acreedores tres millones de euros. Según las fuentes consultadas, Vera esperaba recibir dos millones del Ministerio de Fomento por unas obras en la autovía de Granada y otros 1,5 millones de euros de una deuda judicializada con el ayuntamiento de Benalmádena, pero ninguno de esos ingresos han llegado a tiempo. Fuentes de los trabajadores aseguran que otras instituciones también debían dinero a la compañía. Vera no ha podido hacer frente a ese pago anual y la ley concursal no permite aplazamientos, por lo que o realizaba el abono en la fecha acordada o estaba obligada a ser liquidada. El Grupo Vera se ha desmoronado en apenas unos meses porque su presidente y líder carismático, Francisco Vera, falleció en junio y ahora la empresa desaparecerá.

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