Málaga

La Guardia Civil busca en la zona del Guadalhorce pistas sobre Amy

  • La comarca tiene una numerosa colonia de residentes británicos · Los investigadores se llevaron ayer de la casa de la niña el ordenador que utilizaba · Ayer se realizó una segunda búsqueda masiva de seis horas sin resultados

Desde Mijas al Guadalhorce. La Guardia Civil busca también pistas sobre Amy Fitzpatrick por el interior de la provincia, en una zona con una abundante colonia de residentes británicos y de la que podría salir la luz para iluminar este intrincado caso. Los investigadores siguen recopilando piezas para tratar de completar el puzle. La resolución de la desaparición de la niña irlandesa de 15 años, cuyo paradero se desconoce desde la noche del día 1 de enero cuando se dirigía de noche desde la urbanización Calypso hacia Las Lomas de Riviera, suma un día más sin completarse. Ya se cumplieron diez jornadas con Amy ausente del domicilio familiar.

Mientras, los agentes encargados de la investigación siguen tratando de cerrar el círculo. Ayer visitaron otra vez la casa de la menor en Mijas de donde se llevaron el ordenador que utilizaba Amy. También completaron una lista con nombres de amigos y conocidos de Amy para buscar más detalles sobre la vida de la adolescente. A ello hay que sumar la larga conversación que agentes de la investigación sostuvieron con Ashley Rubio, la mejor amiga de Amy, y la última persona que la vio antes de su desaparición y Deborah, la madre de la joven. Fuentes cercanas al caso apuntaron que la zona del Guadalhorce también se ha convertido en lugar de pesquisas para recabar más datos. La zona alberga una amplia nómina de residentes británicos.

A estas pesquisas hay que sumar los rastreos masivos que se han desarrollado los dos últimos días en una amplia zona de terreno alrededor de la urbanización donde reside la niña. Ayer se dieron por concluidos de momento sin aparente éxito. Un contingente de más de 200 efectivos de varios cuerpos han peinado un amplio radio, y ahora la búsqueda queda en manos única y exclusivamente de la Guardia Civil.

Fuentes del dispositivo de rastreo informaron a Efe de que la batida de ayer, que se ha prolongado durante unas cinco horas como el día anterior, se ha ampliado hacia Marbella y ha alcanzado algunas zonas de playa, aunque no ha resultado con hallazgos de interés para los investigadores.

El área de búsqueda ha sido de unos seis kilómetros en la parte hacia el oeste del punto donde fue vista por última vez la chica, mientras que el día anterior fue hacia el este. Los trabajos se centraron en la zona donde desapareció Amy y desde su casa hacia Marbella, por el entorno de las Dunas de Artola, Cabopino y Elviria. También desde la costa hacia la autovía y pasada esta última.

El coordinador de Emergencias 112 Francisco Ortega indicó que no es la primera vez que se busca por estas zonas, aunque ayer se hizo con más hincapié y un mayor número de efectivos

De este rastreo sectorizado se pasa ahora a uno general por las patrullas del Instituto Armado, mientras continúa la investigación, en la que trabaja la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, desplazada a la zona para actuar en este caso.

Un helicóptero y dos unidades de perros de búsqueda de personas participaron ayer en la batida, que se ha ido ampliando en círculos concéntricos respecto al lugar donde se cree que desapareció Amy, según explicó Ortega.

En las tareas de localización han participado estos días además de la Guardia Civil, la Policía Local, Protección Civil, Cruz Roja, Bomberos y Agentes de Medio Ambiente, algunos de los efectivos de estos cuerpos procedentes de otras localidades, todo bajo la coordinación del Instituto Armado.

Las batidas se han ido ampliando progresivamente tomando como referencia dos urbanizaciones de Mijas, la de la casa de la amiga con la que estuvo Amy y la de su propia vivienda, a la que supuestamente iba.

En los rastreos se ha recogido diverso material que es objeto de estudio por los investigadores, aunque la madre de Amy, Audrey Fitzpatrick, negó el miércoles que se hayan encontrado prendas de su hija y sueña con que todo sea "una trastada" que se le ha ido de las manos a la joven.

Además de la búsqueda sobre el terreno, los investigadores de los casos de desapariciones indagan sobre si la persona en cuestión se ha marchado de forma voluntaria o ha sido retenida por alguien.

Los primeros rastreos en busca de la joven comenzaron el pasado 3 de enero -el mismo día en el que se denunció la desaparición- en un tramo de kilómetro y medio desde la urbanización Calypso de Mijas-Costa, donde está la casa de la amiga de Amy, Ashley Rubio, desde la que la desaparecida partió por la noche por un oscuro camino hacia su domicilio, en la urbanización Riviera del Sol.

A las numerosas muestras de apoyo que recibió ayer la familia se sumaron las de los padres de María Teresa Fernández, la joven desaparecida en Motril (Granada) hace siete años. El padre de la desaparecida durante las fiestas del municipio, Antonio Fernández, manifestó a Europa Press que sabe por lo que estarán pasando los padres de Amy Fitzpatrick "porque tener un hijo desaparecido es lo peor que le puede ocurrir a una familia".

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