Málaga

Herbella, el director que cambió la imagen de la cárcel

  • Sindicatos aplauden la reducción del índice de conflictividad y el incremento de las incautaciones de droga durante su mandato

  • El municipio lamenta su marcha

Ángel Herbella y Joaquín Villanova, en la entrega de juguetes de Reyes a los hijos de las reclusas.

Ángel Herbella y Joaquín Villanova, en la entrega de juguetes de Reyes a los hijos de las reclusas. / m. h.

Muchos de los que coincidieron con él le recuerdan como una persona cercana en el trato con los funcionarios y accesible, aunque estricta. Un profesional que conocía el medio en el que trabajaba y se implicaba en él. La renuncia de Ángel Herbella al frente de la cárcel de Alhaurín de la Torre, que aunque era un secreto a voces se ha hecho pública esta semana, ha estado motivada por las fuertes discrepancias con el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste. El cántabro ha alegado razones personales y familiares, según las fuentes consultadas, para poner fin a una etapa que ha tenido entre sus protagonistas el inicio de Malaya -la primera gran operación contra la corrupción municipal en Marbella- y la desarticulación de la trama de las cartas nigerianas, que se saldó con la detención de 300 personas.

El municipio pierde así al director de la prisión que supo mantener con el alcalde, Joaquín Villanova, una "relación inmejorable" y que siempre le brindó "colaboración", subrayaron fuentes municipales. Herbella logró además cambiar la imagen de la cárcel, donde, en palabras del responsable federal de UGT-prisiones, Antonio González, el índice de conflictividad se ha reducido notoriamente. "Las estadísticas hablan. Hay menos partes disciplinarios. La convivencia es más ordenada que en otras épocas, al menos en algunos módulos", destacó.

El centro penitenciario, que activó un plan para frenar el menudeo de droga, cuenta con un grupo de control y seguimiento que permite detectar la sustancia estupefaciente antes de que sea introducida, principalmente a través de las visitas. Además, se puso en funcionamiento una unidad de tratamiento terapéutico (UTE) para los reclusos. "Los funcionarios practicamos cacheos de forma sistemática. La incautación ha aumentado y eso es muy positivo para la institución. La droga incrementa la conflictividad y hace que los internos se vuelvan mucho más agresivos", recalcó el portavoz de la organización.

El talón de aquiles ha sido, sin embargo, el módulo siete de aislamiento. "La dirección no ha sabido actuar con la premura que exigían las circunstancias, pero la convivencia es ahora más llevadera", explicó González. Las agresiones a los trabajadores continúan siendo uno de los caballos de batalla. Aunque UGT considera que la gestión del director ha sido positiva y que las puertas de su despacho "siempre han estado abiertas para abordar cualquier problema planteado por las organizaciones sindicales", entiende que debería haberse actuado "de forma más contundente" en materia de violencia. El último episodio se produjo en diciembre, cuando un interno del módulo de aislamiento le fracturó, supuestamente, el tabique nasal a un funcionario. El portavoz del sindicato aboga por impulsar un protocolo de actuación que ataje las agresiones y se ofrezca al personal asistencia integral.

Herbella ya fue director de la prisión entre 2004 y 2006, cuando se le nombró jefe de Gabinete de la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, donde permaneció hasta 2009. En 2005, recibió la medalla al mérito penitenciario por su labor al frente de la prisión. Después pasó a ocupar el cargo de director del Centro de Inserción Social Evaristo Martín Nieto de Málaga, y en junio de 2011, volvió a la dirección de la cárcel.

Durante estos, según recalcó la responsable de CCOO-prisiones en Málaga, Cecilia Vargas, Herbella ha proporcionado más seguridad a los departamentos, aunque, matiza, los medios son aún escasos. "Se nos dotó de walkies para comunicarnos y de alarmas para incendios. Están instalando cámaras en las zonas comunes de los módulos. Esto ha sido muy importante para nuestra seguridad", precisó.

El ya ex director, que seguirá de jurista en la cárcel, rehusó hacer declaraciones a este periódico sobre su dimisión. Pese a que la decisión por parte de Insituciones Penitenciarias de encargar una auditoria interna de la prisión ha sembrado dudas, UGT asegura que es habitual la visita de la Inspección a los centros penitenciarios y negó cualquier relación con la renuncia. "Somos los primeros que apostamos por la transparencia. La gestión no ha sido criticable en este sentido", apostilló el portavoz.

Ahora ha cedido el testigo a Andrés Enríquez, subdirector de Régimen del centro, que ya ha planteado la posibilidad de formar a los funcionarios en materia de seguridad para saber reaccionar ante las agresiones. Los sindicatos le piden "diálogo, negociación y respuesta". Esperan el traslado de unos 200 reclusos a la prisión de Archidona, cuya apertura se prevé este año, y aumentar el número de funcionarios.

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