Se acabó el culebrón Vitelcom. Y con final feliz. El juez de lo Mercantil de Málaga, tras dos meses de deliberaciones, aprobó el miércoles la venta de la fábrica de teléfonos móviles a la multinacional surcoreana Hyundai por 25 millones de euros y la obligatoriedad de quedarse con los 287 trabajadores que aún forman la plantilla de Vitelcom. Se cierra así un año y casi medio de angustia, desde octubre de 2006, para los trabajadores de esta empresa y para los principales responsables de las Administraciones y del Parque Tecnológico de Andalucía, donde se asienta la compañía.

Daniel Pastor, administrador concursal de Vitelcom, confirmó ayer a este diario que el juez autorizó la venta y que el auto fue notificado ayer a las partes interesadas. Hyundai, que pasa a ser la propietaria de la empresa y de sus trabajadores desde el 6 de febrero, paga 25 millones de euros, de los cuales 22 millones se destinarán al abono de la hipoteca de los dos edificios de Vitelcom a Unicaja y Cajasol. Los tres millones restantes serán para los centenares de acreedores que dejó el fabricante de teléfonos móviles. La deuda que acumuló Vitelcom se elevó a 240 millones de euros, por lo que la quita será de 215 millones, es decir, no serán pagados a los proveedores y otras entidades que los esperaban.

Pastor señaló que "los acreedores ya sabían que no iban a cobrar prácticamente nada, pero ahora el concurso sigue abierto porque hay que ver cómo se reparten esos tres millones de euros". Junto a Pastor, los administradores concursales han sido Miguel Marqués y Alejandro Bengio. "Lo importante es que el problema laboral ya está arreglado", indicó el administrador.

Hyundai ha adquirido Vitelcom para, según han anunciado a los administradores concursales y la Junta de Andalucía, fabricar células fotovoltaicas y paneles solares, tal y como hace la empresa malagueña Isofotón en el mismo PTA.

Las reacciones no se hicieron esperar. María Gámez, delegada provincial de Innovación, Ciencia y Empresa, aseguró estar "contentísima" después del "trabajo tan intenso que hemos tenido en el último año". La Junta de Andalucía ha contactado a lo largo de estos meses con numerosas empresas para que se hicieran cargo de Vitelcom. "Se barajaron varios proyectos empresariales pero Hyundai aglutinaba a todo el personal y además se especializará en el área de energías renovables. Ellos nos decían que querían hacer un proyecto ambicioso y estamos convencidos de que en el futuro el PTA va a ser el parque del sol y las energías renovables", continuó Gámez.

Felipe Romera, al que este diario le comunicó la noticia ayer por la tarde, no cabía en sí de gozo. "Es el notición del año", decía mientras ya hacía sus propios cálculos sobre la repercusión mundial que la llegada de Hyundai va a darle nuevamente a la tecnópolis malagueña. "Va a venir otra multinacional al PTA y eso es una gran noticia. Hay que dejar que Hyundai haga su desarrollo, pero pienso que, junto a Isofotón, van a convertir al PTA en el primer productor de energía solar del mundo y, en los próximos tres años, podrían facturar entre ambas más de 1.500 millones de euros", señaló Romera. El director de la tecnópolis recordó la desazón de este último año porque "ha habido alternativas, parecía que siempre estaba cerca el acuerdo y al final nunca se llegaba. Éste ha sido el final de una historia y el comienzo de grandes inversiones en el parque".

Los trabajadores, lógicamente, son los que han respirado con más tranquilidad. Encarni Castillo, presidenta del comité de empresa, destacó que estaba "contentísima" y que el año "ha sido malísimo después de ver tanto tiempo que estaba al alcance de la mano el acuerdo y no llegaba". La documentación ya les ha sido entregada a los trabajadores y la analizarán el lunes.

Hyundai será, a partir de ahora, la nueva perla del PTA junto con Isofotón. Gámez precisó que los gestores de la empresa surcoreana "no nos han solicitado aún ninguna subvención pública, pero están en su derecho de hacerlo como todas las empresas nuevas que se instalan en el parque". Gámez espera que no se repita la historia de Vitelcom -al que la Junta dio varios millones de euros en ayudas públicas- pero "hay que asumir el riesgo porque lo importante es no perder ni la fábrica ni el empleo". Por fin, el culebrón Vitelcom tiene un final feliz.