En los primeros seis meses del año tanto el Cuerpo Nacional de Policía como la Guardia Civil intervinieron una media diaria de casi 400 kilogramos de droga en la provincia de Málaga. En total, en el primer semestre los agentes de ambos Cuerpos se incautaron de más de 69.580 kilogramos de sustancias estupefacientes en diversas operaciones que se saldaron con 648 detenidos, según los datos facilitados a este periódico por la Subdelegación del Gobierno en Málaga.

El tipo de droga que más se incautó fue el hachís, suponiendo el 99% del total de la droga intervenida, con más de 69.400 kilogramos interceptados por ambos cuerpos de seguridad. A esta sustancia le siguen la marihuana, con 91 kilos intervenidos; la cocaína, con 59 kilogramos, y la heroína, con la intervención de algo más de 2 kilogramos. Por último, los agentes también se incautaron de más de 15 kilogramos de otras tipologías de sustancias estupefacientes.

Estas operaciones se han saldado en varias ocasiones con la desarticulación de diversos grupos organizados especializados en el tráfico de drogas que operaban tanto a nivel provincial, como a nivel nacional e internacional. Además de la droga intervenida, los agentes también se incautaron de elevadas cantidades de dinero, así como armas y vehículos de alta gama, entre otros materiales.

Según dichas fuentes, las vías de entradas más empleadas por los narcotraficantes suelen ser las costas malagueñas y las de las provincias adyacentes como Granada. En muchas ocasiones, los narcotraficantes son sorprendidos en embarcaciones a escasas millas de las costas malagueñas intentando introducir la droga en la provincia.

Asimismo, en algunas ocasiones, aunque en menor cuantía, también se utilizan el transporte público como los trenes de alta velocidad o las líneas de autobuses regulares. Las vías aéreas también suelen ser canales de tráfico de droga, con los conocidos boleros o mulas -personas que transportan diversas cantidades de drogas adosas al cuerpo e incluso en ocasiones, en el interior del organismo-.

El último golpe del semestre dado a conocer por la Guardia Civil se produjo a finales de junio. Los agentes del instituto armado desarticularon una organización de traficantes dirigida desde urbanizaciones de lujo situadas en la Costa del Sol. Los delincuentes portaban cocaína desde Perú y la trasladaban, oculta en contenedores y maquinaria pesada, a los puertos españoles.

El grupo estaba dirigido por ciudadanos colombianos, que desplazaban al país andino a varios de sus miembros que conectaban con los cárteles y gestionaban la compra de la droga. Cuatro colombianos y tres españoles fueron detenidos.

En esta operación la Guardia Civil intervino 80.000 euros, balanzas de precisión, documentación falsa, un scanner para interceptar frecuencias policiales ordenadores de última generación y televisores de plasma en varios registros, dos de ellos en viviendas de la provincia de Málaga.

Además, se incautaron joyas, relojes valorados en más de 70.000 euros -uno de los detenidos portaba un reloj valorado en 45.000 euros- junto con diez vehículos de alta gama, una motocicleta y gran cantidad de documentación relacionada con las actividades delictivas, según las fuentes.