Málaga

Julián Muñoz apela, desesperado por su situación, hasta a "la lástima" del juez

  • El ex alcalde de Marbella, encarcelado desde hace 17 meses, cree que su condición de famoso le perjudica para obtener beneficios penitenciarios · "Lo que se está haciendo conmigo no se hace con nadie", asegura

Julián Muñoz, en prisión desde hace 17 meses, cree que con él se está cometiendo una injusticia y que no goza de los mismos beneficios penitenciarios que han tenido los ex ediles del GIL de Marbella que, como él, han sido juzgados varias veces por delito urbanístico. Clasificado como preso de segundo grado cuando la mayoría de sus compañeros están en tercero o ya en libertad, el ex alcalde de Marbella afirma que esa distinta vara de medir se aplica debido a su "relevancia" pública. Por eso, ayer apeló al "auxilio, el amparo e, incluso, a la lástima" del magistrado que lo ha juzgado durante dos días por un delito contra la ordenación del territorio para corregir los errores que, dijo, se han cometido con él.

"Le pido amparo y auxilio porque lo que se está haciendo conmigo no se hace con nadie, sea inocente o culpable", reclamó desesperado el ex regidor. Aprovechó su derecho a la última palabra para dirigirse al titular del Juzgado de lo Penal número 7 de Málaga y decirle que siente "miedo y pánico" por lo que está viviendo en prisión y "por lo que quieren hacer conmigo".

La clave de todo esto, para él, se encuentra en su relevancia pública. La de todos los ex ediles del GIL, pero sobre todo la suya, amasada porque "he tenido la suerte de conocer a una persona con la que estoy muy bien [en alusión a su pareja, la tonadillera Isabel Pantoja] y porque soy una persona mediática que está todos los días en la prensa". Muñoz, que cumple dos condenas por delito urbanístico de un año de prisión cada una en Jaén, dijo no entender por qué después de 17 meses en la cárcel -fue detenido en julio de 2006 por su presunta implicación en el caso Malaya- no disfruta aún de permisos penitenciarios ni del tercer grado. "Y todo es por la relevancia; por eso tampoco me dan el derecho de estar en el centro [penitenciario] más cercano a donde está mi familia, mis hijas, mi pareja", aseveró. Insistió en que esa notoriedad le impide estar en libertad, en la misma situación que los otros ex ediles.

Muñoz se refirió a la acumulación de procedimientos, rechazada en varias ocasiones. Explicó que Instituciones Penitenciarias lo ha clasificado como preso de segundo grado por "la repetición de hechos delictivos de la misma naturaleza". Es decir, "para no darme el tercer grado sí me acumulan los casos, pero para hacer una sola causa, no".

El ex alcalde dijo sentirse "indefenso" y apuntó que tanto él como su antiguos compañeros están "condenados". Además, afirmó que entiende la "desesperación" de los abogados defensores porque es la que él padece cuando, en la celda, "veo las paredes y siento que nadie me va a creer".

El ex regidor mostró otra convicción: "Ponga la sentencia que ponga el juez, si es absolutoria, la Fiscalía la recurrirá y llegará a la Sala Segunda", que es la que, hasta ahora, ha visto en apelación los recursos y ha dictado todas las condenas firmes por delito urbanístico.

Muñoz y otros cinco ex ediles del GIL se enfrentan en esta ocasión a 18 meses de prisión por autorizar el proyecto de ejecución para construir 108 viviendas en un suelo destinado a zona deportiva de uso público. "En ningún momento he pensado que al dar una licencia estaba cometiendo un delito", dijo Muñoz, que recordó que era el secretario el que informaba sobre los expedientes.

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