Casi seis años después de recibir la concesión para ampliar el puerto deportivo de La Bajadilla, con una inversión prevista de al menos 100 millones, el jeque Abdullah Al-Thani, se queda sin ella. Los numerosos y graves incumplimientos protagonizados por el empresario catarí desde la firma del contrato con la Junta de Andalucía han hecho que esta misma administración haya formulado de manera definitiva la resolución del mismo.

Las causas que están detrás de la ruptura, de la que informó ayer la Agencia Pública de Puertos de Andalucía, se localizan en el no inicio de las obras en la marina y el impago del canon comprometido para los ejercicios 2015 y 2016, con una deuda que ya superaba el millón de euros. A esto se suma que la empresa Nas Marbella llevaba ya más de cuatro años de retraso en la presentación del proyecto de intervención, otro de los requisitos esenciales del acuerdo.

El paso adelante dado por el Gobierno andaluz se formaliza tras disponer del aval del Consejo Consultivo de Andalucía, cuyo informe en este asunto era vinculante. El pronunciamiento de este ente tuvo lugar el pasado 15 de noviembre y es favorable a las tesis manejadas por le Junta, que puso en marcha el procedimiento el pasado mes de agosto. Esa fue la segunda ocasión en la que el organismo autonómico daba el paso, ya que en 2013 lo intentó con la apertura de otro expediente de resolución que finalmente quedó archivado. En aquel entonces, a raíz de la amenaza, el también propietario del Málaga CF se puso al día en el pago y dio pasos para presentar el proyecto constructivo. Una senda que nunca recorrió al completo.

Según informaron desde la Junta, esta resolución pone fin a la vía administrativa, si bien la concesionaria tiene la posibilidad de interponer recurso de reposición ante la Agencia de Puertos de Andalucía en el plazo de un mes o recurso contencioso-administrativo en el plazo de dos meses si lo estima conveniente, una posibilidad que alargaría la solución final. Una vez extinguida la vigencia del contrato, revertirá a la comunidad autónoma los bienes públicos entregados en concesión.

La concesión otorgada al jeque está marcada por las incumplimientos acumulados, principalmente, por su reticencia a acometer la inversión. Existe un retraso en la entrega del proyecto superior a los cuatro años, a pesar de los requerimiento realizados por la Administración autonómica. A la fecha de la resolución, no se ha tenido conocimiento siquiera, a pesar de los numerosas y reiteradas solicitudes, del equipo redactor ni de la progresión de los trabajos.

En la resolución se recoge que la demora en la presentación del proyecto por parte del concesionario "deriva de una actitud dilatoria, pretendiendo perpetuar una situación meramente coyuntural y transitoria como es la gestión de la dársena en funcionamiento entregada como parte del título otorgado".

El Consultivo, según relataron desde la Administración regional, considera "evidente" que la entrega del proyecto es una "obligación esencial", ya que sin el mismo no puede iniciarse la obra objeto del contrato. Además, el dictamen recoge que no se aprecian causas que justifiquen tal incumplimiento, asegurando que Nas Marbella presentó alegaciones que no conciernen a la obligación referida y que fueron contestadas por la Administración autonómica.

El órgano establece que la propuesta de modificación del proyecto se realizó más de dos años después de finalizar el plazo para su entrega y que fue justificadamente rechazada por la Junta al considerar que se trataba de un cambio sustancial del proyecto básico presentado a la licitación. Desde la Consejería de Fomento indicaron que el rescate busca "dar cumplimiento a la legalidad" y promover la ampliación del puerto de Marbella, "como medida fundamental para potenciar el desarrollo turístico y la creación de empleo en este municipio".

Desde el Ayuntamiento de Marbella, su portavoz, Javier Porcuna, confió en que se produzca una "retirada pacífica" del jeque del proyecto, con el fin de que la obra prospere. En declaraciones a Europa Press, aseguró que el equipo de gobierno confía en que el empresario no interponga un recurso judicial. "Teniendo en cuenta la actitud que ha tenido hasta ahora, no parece que su actitud sea recurrir al contencioso", indicó.

Lo que está aún por dilucidar es el camino que seguirá la Junta tras cerrar la puerta del jeque. Desde la Administración autonómica insistieron en que el deseo es mantener vivo el proyecto de ampliación y buscar un nuevo concesionario, si bien no precisaron si ese objetivo se alcanzará mediante otro concurso público o a través de una adjudicación directa a alguno de los inversores que en los últimos años se han interesado por el proyecto.

La posición del Ayuntamiento marbellí es clara. Porcuna, de hecho, apuntó la posibilidad de aprovechar el periodo de reposición abierto para que "terminar la operación que se está elaborando desde hace varios meses y conseguir que el proyecto del puerto siguiera adelante". Aludió con ello a que el deseo del Consistorio es que algún inversor reemplace a NAS Marbella al frente de la actuación. Si no fuese posible esta vía, indicó que se optaría por el concurso, alternativa que supondría un "retraso evidente sobre el inicio de la obra del puerto". "Sería una solución a largo o medio plazo para que se desbloqueara", añadió.