Málaga

La Junta duda si dar el paso definitivo con el Metro al Civil sin el aval municipal

  • Fomento opta por la prudencia tras prever el concurso de la obra para el pasado verano

  • Realiza un análisis de "las variables jurídicas, económicas, contractuales..." antes de avanzar

Infografía del trazado del Metro en superficie hasta el entorno del Civil.

Infografía del trazado del Metro en superficie hasta el entorno del Civil.

La seguridad con la que hace poco menos de un año la Junta de Andalucía se atrevía a dibujar una inmediata licitación de las obras de construcción del tramo del Metro en superficie hasta el entorno del Hospital Civil se torna en prudencia. Con un escenario invariable, en el que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, sigue bloqueando el camino, el consejero de Fomento, Felipe López, ha degradado la contundencia de su discurso, admitiendo dudas sobre el paso que definitivamente se dará. Un extremo que ya confirman abiertamente desde su propio departamento. Fuentes del mismo informaron de que en este momento se está haciendo "un análisis de todas las variables jurídicas, contractuales, administrativas, económicas y financieras" con el fin de fijar los posibles "riesgos" de una licitación y adjudicación del tramo a ras de calle.

"Estamos en esa fase, pero siempre con la visión de que queremos cumplir con el protocolo firmado en 2013", indicaron las fuentes, que agregaron a las derivadas relacionadas con la apertura del procedimiento de contratación de esta pieza del ferrocarril urbano las propias de los compromisos existentes con la actual concesionaria. Y estos pasan por culminar a lo largo del año 2020 una red capaz de transportar del orden de 20,7 millones de pasajeros. De todos ellos, según los análisis propios, del orden de 3 millones serían aportados por el tramo al Civil.

El Consejo de Gobierno acordó en diciembre el ajuste del PGOU en el plazo de un año

De la contestación oficial dada por Fomento se deduce la complejidad de afrontar una obra que cuenta, de inicio, con la negativa frontal del equipo de gobierno del PP. Justamente esta circunstancia ha hecho que la tramitación a la que viene siendo sometido el tajo Guadalmedina-Hospital Civil sea "extraordinaria", incluyendo un doble acto formal por parte del Consejo de Gobierno andaluz. De un lado, declarando el interés metropolitano del recorrido; de otro, apelando al cumplimiento de la Ley Ferroviaria para obligar al Ayuntamiento a modificar su Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) al objeto de incorporar el trazado en superficie por las calles Hilera, Santa Elena, Eugenio Gross y Blas de Lezo.

La ausencia de este recorrido en el planeamiento urbano fue utilizado por el Ejecutivo local como argumento de oposición y rechazo al Metro a ras de calle. Ahora, sin embargo, tras el acuerdo del Consejo de Gobierno, está forzado a dibujar esta infraestructura en el plazo máximo de un año. Es decir, dispone hasta diciembre de este año para cumplir con el mandato realizado. Para Fomento, este paso puede resultar clave en el futuro de un proyecto valorado en unos 41 millones de euros.

"Queremos un pronunciamiento por parte del Ayuntamiento; tienen que, de aquí a diciembre, modificar el planeamiento urbanístico", recordaron. La impresión es que en el seno de la consejería se entiende que cuando De la Torre cumpla con este condicionante se quedará sin justificaciones "objetivas" para seguir diciendo no a la prolongación de la línea procedente de Carretera de Cádiz hacia la parte norte. "¿Qué causa objetiva podría apelar el Ayuntamiento para seguir rechazando la ejecución del ramal?", se preguntaron.

Legalmente la Junta no tiene por qué esperar a que el Ayuntamiento cumpla con la adecuación del PGOU a activar la licitación de la obra. Pero, dada la cautela con la que se aborda esta cuestión, no resulta del todo descartable. Un trámite que, por lo expuesto a este periódico por parte del concejal de Ordenación Urbanística, Francisco Pomares, "no está entre las prioridades actuales" del Consistorio. "Tenemos veinte mil cosas en planeamiento, póngase a la cola; si hay que hacerlo por imperativo legal lo haremos, por supuesto", destacó.

Pomares se mostró incluso sorprendido con el plazo que se da para adecuar el planeamiento. "¿Un año para tenerlo? ¿Un año para modificar un plan general? No es una modificación puntual", expresó Pomares, quien añadió que ese calendario es "lo mínimo que se lleva un cambio del mínimo detalle; un estudio de detalle son seis meses". "Que vengan a plantearnos la cuestión; que vengan y lo hablamos, igual que hacemos con cualquier privado o con un público, pero tendrán que impulsarlo ellos, porque ¿la voluntad de quién es?", añadió.

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