Málaga

La Junta no encauzará el tramo del Guadalhorce que queda pendiente

  • La delegada provincial de Medio Ambiente asegura que "no hubo ningún problema" y que la obra que se hizo tras la riada de 1989 es suficiente "para garantizar la seguridad" de las zonas cercanas al río

La Junta de Andalucía no tiene ninguna intención de continuar con el encauzamiento del río Guadalhorce que queda pendiente en la parte media del cauce para evitar que vuelva a desbordarse en Cártama y Alhaurín de la Torre, como ocurrió el martes, porque asegura que la seguridad de la zona "está garantizada", a pesar de que las últimas lluvias han puesto en evidencia la capacidad de evacuación de este tramo. El anteproyecto que elaboró el Ministerio de Medio Ambiente en 1995 cuando las competencias en materia de agua estaban en manos de la Confederación Hidrográfica del Sur (CHS) para encauzar unos cuatro kilómetros más del río a la altura de Cártama ha caído en el olvido y no entra en las prioridades del Gobierno andaluz.

Así, al menos, lo aseguró ayer la delegada provincial de Medio Ambiente, Remedios Martel, que señaló que "hemos puesto el acento en otros puntos" porque la obra de restauración hidrológico-forestal que se llevó a cabo en el tramo final del cauce a raíz de las inundaciones del 89 " y que costó unos 40 millones de euros ha respondido perfectamente".

En realidad, se refería al proyecto de encauzamiento que se ejecutó en los últimos nueve kilómetros del cauce hasta la desembocadura a finales de los años noventa con la construcción de dos brazos de evacuación para aumentar el caudal hasta los 4.000 metros cúbicos por segundo. La obra, aunque estaba inicialmente presupuestada en unos 30 millones de euros, costó casi al final casi 90 millones de euros y fue ejecutada por el Gobierno central.

Según Martel, esa obra ha permitido "por ejemplo que la zona de Guadalmar no haya sufrido daños, que las carreteras y comunicaciones con el aeropuerto se hayan mantenido en un estado magnífico y que no haya habido grandes problemas".

En cuanto a los daños que sufrió el polígono industrial Guadalhorce, la delegada provincial se limitó a decir que se produjeron como consecuencia de su propia estructura "porque no tiene una capacidad de desagüe suficiente para que cuando haya unas precipitaciones elevadas como las que hemos tenido puedan darle salida". Pero la realidad fue bien distinta porque no sólo se anegaron los alrededores de la desembocadura del Guadalhorce por el intenso caudal con el que bajaba el río el martes debido al desembalse de los pantanos y las intensas lluvias que se registraron, sino que en el tramo en el que se desbordó provocó graves daños que obligó incluso a rescatar a una veintena de personas que habían quedado atrapadas.

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