Balance de la legislatura autonómica

La Junta presume de 'inversión' social y olvida sus incumplimientos

  • La delegada del Gobierno en Málaga destaca la apuesta en sanidad y educación y olvida las promesas aparcadas, caso del parque de Arraijanal, el tren litoral y la reurbanización de Carretera de Cádiz.

El cierre de la presente legislatura de la Junta de Andalucía muestra una gestión plagada de claroscuros en la provincia de Málaga, evidentemente marcada por una crisis económica que genera no pocas ambivalencias a la hora de analizar un periodo de gobierno renqueante, en el que los responsables autonómicos hacen del mantenimiento de los gastos sanitarios, educativos y de asistencia social una bandera de la que presumir.

A estos tres elementos se agarró ayer la delegada del Gobierno andaluz en la provincia, Remedios Martel, para poner en solfa las bondades de la gestión desarrollada por la administración a la que representa, que valoró con "notable alto", y esconder los numerosos incumplimientos protagonizados a lo largo de los últimos cuatro años. El suyo fue un amplio pero parcial balance de final de mandato.

Martel, que alargó su exposición de motivos algo más de 40 minutos, rodeada por la inmensa mayoría de los delegados provinciales, enfatizó las 'inversiones' realizadas por la Junta en sanidad, educación, servicios sociales... "La apuesta a ultranza por el mejor Estado del Bienestar de nuestro país", dijo en alusión a la labor desarrollada desde el Gobierno regional, situando en más de 3.000 millones la cuantía aportada a estos conceptos en Málaga.

Pero lo que también hizo fue obviar en su intervención las referencias a aquellas promesas que hoy están aparcadas, lastradas por el mal momento económico o aplazadas sine die, algo que, tras ser interpelada en reiteradas ocasiones por los medios de comunicación, adjudicó directamente a los efectos de la crisis, dado que el momento por el que ha atravesado el mandato ya cerrado coincide con el "más difícil en términos económicos con los que se ha podido encontrar un Gobierno andaluz".

Los números de los que presumió centran su esencia en el mantenimiento del Estado del Bienestar, aspecto que se traduce en número concretos: 1.900 millones de euros se destinan cada año a la sanidad en la provincia, dentro de los cuales destacó 138 millones en obras a lo largo del mandato; otros 1.000 millones ha precisado la educación, y 500 millones el garantizar la Ley de Dependencia desde 2007.

Martel, que articuló su exposición sobre siete líneas estratégicas, incidió en la apuesta de la Junta por el mantenimiento del empleo, materia en la que se ha realizado entre 2008 y 2012 una inyección de 492,3 millones de euros, dinero con el que se han creado 17.067 puestos de trabajo, se ha dado estabilidad a 13.459 personas y se ha formado y profesionalizado a más de 60.600 malagueños. Datos que no han impedido que la provincia tenga hoy más de 250.000 parados.

En este apartado, hizo alusión a los 127 millones de euros destinados a la provincia mediante dos planes Proteja, el OLA y el Camina Dos, con lo que se ha logrado mantener o crear 3.700 empleos. Dentro de este discurso de apoyo a las empresas, habló de 86 millones aportados como incentivos, al objeto de contrarrestar la sequía de préstamos por parte de las entidades financieras. Según la portavoz de la Junta, estas ayudas, dirigidas entre otras a firmas como Isofotón u Oracle, se han traducido en inversiones de hasta 300 millones, con incidencia sobre 45.000 empleos.

La foto en blanco y negro a la instantánea coloreada que ayer puso sobre la mesa la Junta de Andalucía la integran los incumplimientos en infraestructuras y actuaciones urbanas prometidas por la misma administración. Dentro de su exposición formal, ni una sola alusión a estas acciones, a excepción del megahospital que fue anunciado por la Consejería de Salud a finales de 2008 y aún hoy sin inicio visible. Al respecto, Martel se limitó a indicar que la primera pieza de este complejo, valorado en unos 600 millones, el Instituto de Biomedicina de Málaga (Ibima), está a la espera de obtener licencia para que comiencen las obras.

Sólo tras el turno de preguntas, la delegada habló del largo listado de proyectos olvidados en el cajón, caso de Arraijanal y el parque metropolitano; el tren litoral, en el que expuso como "avance importante" la firma de un protocolo con el Ministerio de Fomento para impulsar una obra prometida hace más de once años y para la que hoy sigue sin haber financiación; la reurbanización de Carretera de Cádiz, hito valorado en 35 millones de euros y que, según la delegada, ha quedado reducido a acciones de adecuación en la vía tras la obra del Metro por valor de nueve millones...

Ni una palabra sobre el plan de recuperación de los Arrabales; ni sobre el vial metropolitano... Sí habló del parque del Benítez, afirmando que analizará el asunto en la próxima reunión que mantenga con el subdelegado del Gobierno, y del Parque de los Cuentos proyectado en el Cuartel de la Trinidad, indicando simplemente que el uso primero da paso al ya conocido centro del patrimonio histórico, asentado temporalmente en uno de los tres edificios levantados en el Palmeral de las Sorpresas.

Del único gran proyecto prometido del que hace gala la Junta es el Metro, a pesar del lastre que pesa sobre el mismo tras aplazarse a febrero de 2013 la puesta en funcionamiento parcial del mismo y que estaba marcada para el pasado mes de noviembre. Martel, que ensalzó esta obra como "la más importante de la historia" de la ciudad, destacó la creación de unos 5.000 empleos, entre directos, indirectos e inducidos y la ejecución hasta el momento del 70% del presupuesto del proyecto, así como el 80% de la infraestructura.

A pesar de estas lagunas más que apreciables, para la delegada, el trabajo realizado por la Junta este mandato en la provincia merece "un notable alto". "Quizás la situación económica no nos ha permitido desarrollar esas actuaciones; son compromisos asumidos e iremos trabajando en ello", dijo Martel.

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