Tal y como se había comprometido la delegada provincial de Medio Ambiente, Remedios Martel, ayer una máquina de la Empresa de Gestión Medioambiental (Egmasa) retiró la montaña de ropa y escombros que desde hacía tiempo formaba parte del paisaje del entorno de la desembocadura del río Guadalhorce.

Pero a pesar de haberse resuelto el problema, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga se empeñan en seguir echando leña al fuego sobre quién es la competente para hacerlo.

El Gobierno autónomico asegura que lo ha hecho "únicamente" por preservar tanto la zona protegida del río Guadalhorce como su entorno "ante la dejación de funciones del Ayuntamiento de Málaga", pero mantiene que no es su competencia.

La delegada provincial volvió a insistir en que el artículo 13 del decreto 189/2002 en el que se aprueba el plan de prevención de avenidas e inundaciones de los cauces urbanos establece que "corresponde a los municipios la recogida de los residuos sólidos arrojados a los cauces públicos en los tramos urbanos".

Una postura muy distinta tiene el Consistorio malagueño que sigue defendiendo que "la única dejación de funciones la ha hecho la Junta". Su principal argumento se basa en el convenio firmado en noviembre de 2002 con la extinta Confederación Hidrográfica del Sur -que pasó a llamarse Cuenca Mediterránea Andaluza cuando las competencias fueron transferidas al Gobierno autonómico en 2005- sobre los proyectos de restauración hidrológico-forestal que se habían desarrollado en el municipio.

Y según ese acuerdo es la Junta de Andalucía la que debe encargarse del mantenimiento de los márgenes y riberas del río Guadalhorce.

La concejal de Sostenibilidad, Teresa Porras, señaló que el decreto al que se refiere la Junta "no tiene nada que ver" con la falta de limpieza y le recomendó que "hay que leer con cuidado y detalle los convenios concretos que uno asume como éste".

Los técnicos de Egmasa, empresa dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, trabajaron desde primera hora de la mañana de ayer para retirar escombros, ropa y muebles viejos localizados en uno de los caminos de la margen derecha del río Guadalhorce.

2002