Un simple escarabajo está poniendo en jaque a las administraciones y ninguna ha conseguido hasta el momento ponerle freno a la plaga del picudo rojo que ha obligado a cortar sólo en lo que va de año 9.514 palmeras en la provincia de Málaga, mientras que otras 800 están pendientes de ser retiradas.

La Junta de Andalucía insiste en que la eliminación de las palmeras afectadas por el escarabajo es lo único que puede hacer para colaborar con los ayuntamientos para acabar con la plaga, pero que es a éstos "a los que les corresponde prevenir su aparición y tratarlas con fitosanitarios al ser especies ornamentales y no productivas", aseguró ayer el delegado provincial de Agricultura y Pesca, Antonio Moreno.

Con estas declaraciones, el delegado quiso dejar claro cuál es la responsabilidad del Gobierno autonómico en este asunto después de que la concejal de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Málaga, Teresa Porras, le acusara de ineficacia al detectarse dos palmeras infectadas por el insecto en el Parque.

"Ha intentado desacreditar a mi persona y a la Junta día tras día cuando no es nuestra competencia y debería saber que con esos exabruptos no va a acabar con la plaga", dijo Moreno, quien recordó que desde que se detectó la presencia del escarabajo en la provincia en 1995 se ha ofrecido colaboración a todos los ayuntamientos que la han requerido.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Málaga ni se acogió a las ayudas económicas ni llegó a firmar ningún convenio de colaboración con la Junta para la retirada de las palmeras afectadas por el picudo rojo, según el delegado provincial, aunque "a pesar de eso sí hemos cortado todas las que han ido surgiendo".

Pero el Consistorio malagueño asegura que desde junio no se ha retirado ni una sola palmera y que hay 120 pendientes de ser eliminadas en la ciudad.

Desde 2005, la Junta ha cortado 19.835 palmeras afectadas por la plaga del picudo rojo en la provincia de Málaga, lo que supone el 81% del total de Andalucía.