Málaga

Juzgan a una mujer por maltratar a su nieto que dice que sólo le practicó medicina china

  • Lleva varios años al cuidado de otros niños de su hija y de otros familiares

La mujer de nacionalidad china acusada de maltratar el pasado año a su nieto de siete años de edad negó hoy que le golpeara o le hubiese pegado alguna vez y aseguró que le aplicó técnicas de medicina tradicional china porque estaba malo, reconociendo que le pinchó con agujas en las manos "como terapia", ya que, según explicó, es "muy eficaz".

El Juzgado de lo Penal número 3 de Málaga inició hoy el juicio contra esta mujer a la que el fiscal acusa de un delito de malos tratos en el ámbito doméstico, al presuntamente causar a su nieto unas 25 lesiones con un objeto parecido a un palo por haber vomitado. Se solicita un año de prisión y se propone que se sustituya la pena por la expulsión y la prohibición de volver a España en 10 años.

La acusada, que lleva varios años al cuidado de otros niños de su hija y de otros familiares, dijo que dentro de esa terapia que le practicó le puso una cosa como de "cerámica" en el cuello y afirmó en su declaración, que realizó en su lengua asistida por una traductora, que toda su familia y amigos practican ese tipo de terapias tradicionales.

Los hechos sucedieron el 1 de febrero de 2009, cuando los padres del menor estaban fuera. La acusada, según las conclusiones iniciales de la acusación pública, a las que tuvo acceso Europa Press, "se empleó severamente" con el niño, ocasionándole lesiones en diversas partes del cuerpo, "en número aproximado de 25". Además, según el escrito provisional, "le hizo arañazos" en el cuello.

En el juicio declaró el profesor del colegio que vio hematomas en el cuello del niño que no consideró normales y la mano hinchada, por lo que le preguntó cómo se lo había hecho, a lo que éste le contestó que "se lo había hecho su abuela", por lo que se decidió iniciar el protocolo, en el que se llamó también a los padres del pequeño y todos fueron al centro de salud.

Así, la médico que asistió al menor en ese momento manifestó hoy que las lesiones que presentaba "no eran accidentales" y eran de distintos días, algunas dispuestas de forma simétrica; y consideró que "independientemente del fin, es un mal trato, porque no es un buen trato". Asimismo, señaló que cuando le preguntó al niño, éste le dijo que "había sido su abuela".

Precisó que tenía unas 100 punciones que parecían de acupuntura en "un área de cuatro centímetros", heridas en el cuello, pellizcos y otras marcas en el rostro, abdomen y muslos; y dijo que no creía que fueron por la práctica de medicina china. Por contra, los familiares del menor, incluidos sus padres, sí entendieron que las marcas eran por la aplicación de ese tipo de terapia.

En este sentido, el padre del niño y yerno de la acusada aseveró que su hijo "nunca se quejó de maltrato" y que cuando vio las heridas "nunca" pensó en malos tratos sino que se mostró convencido de que las marcas son compatibles "totalmente" con la práctica de medicina tradicional china, que se aplica de distintas formas, "como con pellizcos o raspando con utensilios como peines".

Dijo que esta práctica "deja moratones" y que las marcas quedan en un sitio concretos y alineadas, asegurando que "suele ser efectivo" contra los malestares. "Cuando me siento flojo y débil, me suelen pinchar", indicó el padre del menor, quien añadió que él no sabe hacerlo, pero que sus padres "sí me lo han hecho" cuando era pequeño, al igual que declaró hoy su hermano.

La madre del pequeño e hija de la acusada aseveró que existen muchas formas de medicina china y que cuando vio las marcas en su hijo "las vio normal". El juicio se suspendió hasta el próximo 24 de este mes para que declaren los forenses y los abuelos paternos del niño, que también convivían con la familia, aunque estaban ahora en China y no pudieron llegar al juicio por problemas en el vuelo.

A la salida del juicio, el abogado defensor, Andrés Gálvez, dijo que este caso "desde el principio se ha sacado de quicio y ya inicialmente se hizo una madeja muy grande", recordando que en un primer momento los padres del menor también fueron detenidos, junto con la abuela, ahora acusada, "indebidamente", aunque a los progenitores se les dejó en libertad al día siguiente.

Además, criticó que no se les informara de los hechos a ninguno en ese momento ni que le permitieran a él presentar un hábeas corpus. Por esto, consideró que "hay una deficiente instrucción policial" y que "esas detenciones sin sentido son más propias de un estado policial que democrático". "Nunca pasa nada y se toleran ese tipo de arrestos", lamentó.

Asimismo, señaló que "se le ha dado validez de prueba a informes y documentos que no han sido ratificados ni en la instrucción ni en el juicio" y dijo que las diligencias han sido "insuficientes", insistiendo en que ha pedido en este tiempo que algunas pruebas se practiquen en su presencia, como la exploración del menor, que "se hizo sólo con el fiscal y con la juez".

Gálvez aseguró que el iniciar acciones legales por estos hechos "está a expensas de los clientes y siempre a resultas del procedimiento" y precisó que aunque los padres podrían haber tomado estas iniciativas ya "existe ese miedo o esa voluntad de no querer tener más problemas e intentar olvidar lo que para ellos es una pesadilla".

Estas situaciones, que a su entender son una vulneración del derecho de defensa, fueron puestas hoy de manifiesto al juez. Respecto al juicio, el letrado dijo que "a instancias del fiscal, creo que se ha sido bastante tolerante con las respuestas de sus testigos" y lamentó que no se le permitiera hacer varias preguntas ni que se dejara explicarse a los testigos propuestos por él. "Creo que es una práctica intolerable", apostilló.

Así, apuntó que "no me toca a mi demostrar que lo ocurrido es consecuencia de algo sino a la acusación demostrar que eso es consecuencia de malos tratos", aunque lamentó que en este caso se da una situación "de presunción de culpabilidad y tengo que acreditar el hecho negativo de que no son consecuencia de una agresión".

"Las cosas son mucho más sencillas, no es un caso de maltrato a un menor", manifestó, al tiempo que indicó que "el que el menor diga que fue su abuela, también lo decimos nosotros", señalando que "habrá que ver si es una agresión o no y no se puede partir de que lo es".

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