Málaga

Largas colas para solicitar la renovación del bono social eléctrico

  • El porcentaje de personas que han pedido la ayuda es mínimo pese a que el plazo termina hoy y es obligatorio para obtener ese beneficio

La fila de personas en una oficina de atención al cliente de Endesa en la capital esta pasada semana.

La fila de personas en una oficina de atención al cliente de Endesa en la capital esta pasada semana. / javier albiñana

Las oficinas de atención al cliente de Endesa, entre otras operadoras eléctricas, han tenido largas colas de personas durante estos últimos días y el motivo es que el plazo para la solicitud del bono social acaba hoy. El Gobierno ha anunciado que ampliaría el plazo, pero se desconoce hasta cuando, y no es baladí porque el pasado mes de noviembre se cambió la normativa del bono y, desde entonces, si se quiere optar a esa ayuda hay que pedirlo de nuevo, es decir, no se renueva automáticamente. Fuentes de Endesa han asegurado que han mantenido numerosas reuniones informativas con entidades públicas y organizaciones no gubernamentales para dar a conocer la nueva normativa, algo que también se puede ver a través de su página en internet, pero, a tenor de los datos, el número de personas que no se ha enterado de los cambios es enorme. Desde Endesa han señalado a este diario que, a cierre del mes de marzo, tenían 112.190 clientes con el bono social en Málaga y, de ellos, solo 3.493 habían solicitado la renovación, lo que representa el 3,1% del total.

El resto de personas, o desconocen la nueva normativa, o lo han hecho a última hora y eso ha provocado largas colas en las oficinas de la eléctrica. El que no renueve el bono social lo pierde. Las familias tienen que solicitarlo de nuevo y, una vez concedido, tiene una vigencia de dos años, debiendo renovarlo antes de que termine ese periodo. En el caso de las familias numerosas hay que analizar el plazo de vigencia de su título.

El bono social concede una serie de ayudas económicas a familias con dificultades desde un punto de vista económico. Hay tres modalidades. La primera es para consumidores vulnerables, que son aquellos con rentas bajas según los criterios establecidos por el gobierno y referenciados al IPREM según se trate de familias con o sin menores a su cargo, las familias numerosas y unidades familiares con cuantía mínima de pensión por jubilación o incapacidad permanente. A esta categoría se le aplica un 25% de descuento en la factura. En segundo lugar están los consumidores considerados vulnerables severos, cuyas rentas son inferiores a los anteriores, y que tienen un descuento del 40% en la factura de la luz. Por último están las familias en riesgo de exclusión social, a las cuales los servicios sociales abonan al menos el 50% de la factura y el resto lo pone la propia eléctrica.

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