Málaga

Leer el periódico: misión imposible

  • La mayoría de los municipios de la Serranía de Ronda no dispone del servicio de venta de diarios · Los vecinos deben recorrer varios kilómetros para comprar un ejemplar

Mientras muchos diarios desaparecen lenta e inexorablemente por la caída de los ingresos publicitarios y la pérdida de lectores, algunos vecinos todavía sueñan con la posibilidad de encontrar por vez primera un punto de venta de periódicos próximo a su vivienda. Un objetivo que, en pleno siglo XXI, resulta prácticamente imposible no sólo en la mayoría de los municipios de la Serranía de Ronda, sino también en varios pueblos de la Axarquía.

Gaucín, la localidad más poblada del Valle del Genal con casi 2.000 habitantes, constituye el ejemplo más significativo. La propietaria de la única librería que en ella funciona, María José Lermos, asegura que en casi dos décadas sólo ha recibido prensa "unos ocho o nueve meses". Los elevados costes que supone el transporte justifican, según dice, este fenómeno. "Al repartidor no le compensaba. Las ventas no cubrían ni siquiera el gasto de gasolina. Ya no había tantas subvenciones; fue la única explicación que nos dieron", afirma.

La demanda de periódicos, en su caso, no era nada desdeñable, aunque reconoce que los vecinos "no están acostumbrados a comprarlos porque nunca ha habido". Antes, recalca, la librería abría incluso los domingos para vender prensa y disponía de "una buena clientela fija", entre ella el Hogar del Jubilado, que adquiría a diario varios ejemplares. "Los vecinos me preguntan cuándo va a llegar el periódico. Tenemos derecho. Pensábamos que habíamos dado un paso hacia adelante", se lamenta la dueña, quien recuerda que los extranjeros compraban prensa "dos o tres veces a la semana".

Ahora, si algún vecino está interesado en hacerse con un ejemplar debe recorrer en coche, por carretera autonómica, los más de 35 kilómetros que separan Gaucín de Ronda. Una situación que ha dejado a internet como único recurso de información escrita de actualidad en el municipio. "La gente también ve las noticias en la televisión, pero no es lo mismo que desayunar con el periódico en la mano. Los vecinos se sienten desinformados. Hasta los visitantes que vienen de fuera, acostumbrados a leer, se extrañan de que no haya prensa", indica la librera, que abrió su negocio hace 17 años.

Lo que sí puede vender, por el momento, son revistas de tirada nacional, aunque para recogerlas tiene que desplazarse a 18 kilómetros del municipio. "Es el último pueblo de la provincia y llegan una vez por semana. Una posible solución pasaría por que me las mandaran junto con los periódicos por correo, pero no sería antes de las 10:30 o las 11:00. Si tengo que pagar el envío y el transporte no gano nada", apostilla María José.

También José Antonio Prieto, propietario del café bar El Puente, aspira a ofrecer de nuevo prensa a sus clientes. "El único medio de información que tenemos es la televisión. Antes compraba uno o dos ejemplares todos los días pero dejaron de traerlos hace casi un año. La gente los solicitaba porque siempre gusta echar un vistazo al periódico tomando café", asegura el dueño.

En el caso de Montejaque, la prensa solo se distribuye por encargo al estanco del pueblo. Sus principales demandantes son los bares del municipio, que suelen comprar dos o tres cabeceras para los clientes de su negocio. "Traemos únicamente los ejemplares que nos piden, no hay venta directa al público", explica Isabel Montes, la dependienta de este establecimiento.

El Ayuntamiento, hace algún tiempo, puso en práctica una alternativa que parece funcionar. "Tenemos un convenio con el dueño de un quiosco en Ronda que suele mandar el periódico por la mañana a través de un vecino de aquí. Llevamos varios diarios al Hogar del Jubilado para que los mayores estén informados", afirma el alcalde de la localidad, Diego Sánchez, quien reconoce que en el pueblo existe "interés" por la lectura, ya que "cuando hay un periódico gratis todo el mundo lo lee".

Para acceder a la venta al número, los residentes se ven obligados a desplazarse hasta Benaoján. Allí se ubica una de las pocas librerías con las principales cabeceras del día, aunque son los hosteleros del pueblo los únicos suscriptores. La otra alternativa es ir a la biblioteca, que recibe a diario un periódico provincial, pero sin una hora fija de llegada.

En Montejaque, los bares se convierten a menudo en el único punto de encuentro entre vecinos y la prensa. Andrés Moya, responsable de uno de ellos, asegura que también en su caso los diarios son un atractivo para sus clientes. "Muchos vienen a tomar café para leer el periódico", señala mientras ojea una cabecera deportiva, la modalidad más demandada por los residentes. Desde hacer un par de semanas, la prensa llega incluso los domingos, algo que hasta el momento no era posible.

No obstante, también hay vecinos que tienen encargado su periódico diario, como es el caso de Juan Hidalgo, que destaca la comodidad que le supone poder recoger su ejemplar sin necesidad de salir del pueblo.

En Cortes de la Frontera, la prensa diaria llega solo a un supermercado y los mantiene, según detalla su responsable, desde hace 20 años por prestar el servicio en el municipio. Eso sí, el paquete tiene que ser recogido en Ronda, lo que provoca que algunos días el envío se demore hasta por la tarde.

A unos 30 kilómetros de Estepona y a 40 de Ronda se encuentra Jubrique. Tras varias décadas de vacío informativo, fue en 2012 cuando los comerciantes intentaron probar suerte y vender prensa en su negocio, pero los resultados no respondieron a las expectativas. "Trajeron periódicos durante algo más de una semana, pero no había nadie interesado en comprarlos. Jubrique es un pueblo agrícola de 500 habitantes y casi todos están parados", resaltan fuentes municipales, que se refieren a la Biblioteca Pública Pablo Iglesias como el único punto en el que se pueden ojear de forma gratuita dos diarios, uno de tirada nacional y otro local.

También en Cartajima, el pueblo más alto de la Serranía de Ronda, resulta extraño ver a un vecino comprando el periódico. "No hay establecimientos de prensa. Nunca ha habido; no es novedad. Aquí solo llega Málaga Rural, [el único diario gratuito dedicado a la promoción de los pueblos de la provincia]. Cuando se necesita tener prensa, hay que desplazarse hasta Ronda, a unos 16 kilómetros. Aquí es la costumbre, igual que hacer la compra grande en la ciudad", destaca Yolanda Benítez, técnica del Ayuntamiento.

La televisión en esta localidad continúa siendo el principal medio de comunicación al que los vecinos recurren para estar informados. "El que quiere saber algo también accede a internet, aunque no todos tienen en su casa. Hay zonas a las que no llega", se lamenta la portavoz municipal, que asegura que los jóvenes reclaman "más información juvenil de prensa y revistas".

Los vecinos de Parauta, entre el Valle del Genal y el Parque Natural Sierra de las Nieves, ya se han resignado. "Nunca he conocido la prensa. No creo que merezca la pena la distribución porque aquí no hay más de 200 habitantes y un único bar", explica un comerciante. Desde el Ayuntamiento, sin embargo, están convencidos de que si tuvieran la posibilidad, los vecinos comprarían el periódico: "Es un pueblo muy pequeño pero demanda habría, sobre todo en bares y cafeterías, que reciben a muchos extranjeros los fines de semana".

En varios pueblos de la Axarquía, como es el caso de Cútar, fomentar la lectura de periódicos es casi un imposible. "No hay suficiente demanda, pero antes sí llegaban más diarios gratuitos. Con la crisis sólo tenemos Málaga Rural", indica José María Pérez, trabajador del Ayuntamiento, quien recalca que Benamargosa, que está a unos 6,5 kilómetros, es el municipio más cercano para adquirir el periódico.

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