El turismo malagueño pierde a una de sus señas de identidad tras el fallecimiento de Luis Callejón Blanco, uno de los empresarios más reputados en el sector en las últimas décadas. Luis falleció en la madrugada del lunes en el municipio donde inició su etapa como empresario, en Torremolinos, donde será enterrado mañana tras el funeral previsto a las 11 de la mañana en la iglesia Madre del Buen Consejo, del municipio.

Luis Callejón llevaba años jubilado, pero su nombre y su legado permanecen inalterables. “Era un gran especialista en turismo, alguien del que sólo se pueden decir cosas buenas”, ha asegurado el secretario general de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (AEHCOS), Antonio Aranda, colectivo a cuyo frente está hoy su hijo, Luis Callejón Suñé, años después de que lo hiciera su padre entre 1981-1985.

Antes de presidir esta asociación hotelera, Luis Callejón había sido un empresario puntero en el sector turístico, donde abrió brecha con la dirección hotelera de establecimientos como el Pez Espada, el Andalucía Plaza o, de vuelta en Torremolinos, al frente del Castillo de Santa Clara. Callejón compaginó la faceta empresarial con la gestión hotelera, pasando a dirigir importantes colectivos. Además de acceder como tercer presidente a la dirección de AEHCOS, cargo que ocupó cinco años, fue también presidente de la Agrupación Hotelera de Zonas Turísticas (Zontur) y más recientemente director del Palacio de Congresos de Torremolinos.

Luis Callejón era natural de Granada aunque se desplazó a Málaga desde muy joven. Tenía 79 años, estaba casado y era padre de tres hijos.