Se veía venir pero el dato ha caído como una bomba en la economía malagueña. Málaga alcanzó en enero los 100.241 desempleados, lo que supone un incremento del 12,3 por ciento respecto a enero del año anterior y el peor registro de la provincia en la última década, según los datos oficiales y homologables a la nueva metodología de contabilización hechos públicos ayer por el Ministerio de Trabajo.

En abril de 1998, Málaga contaba con 102.073 personas apuntadas al paro en las entonces oficinas del Inem y, desde ese mes, la tendencia fue decreciente. En estos años ha habido fuertes incrementos y decrementos, pero nunca se había superado la mítica barrera de los 100.000 desempleados. Hasta ahora.

El golpe de gracia ha sido el último mes. En enero el paro creció en Málaga en algo más de 5.000 personas respecto a diciembre, lo mismo que en los once meses anteriores. Dicho de otra forma, en enero han ido al desempleo la mitad de todos los nuevos parados censados en 2007 que, además, fueron muchos (11.001 para ser exactos).

Por sectores, la construcción es la que ha salido peor parada, confirmando así la existencia de la desaceleración -en algunos casos crisis abierta- de numerosas promotoras inmobiliarias en la provincia. A finales de enero había 16.925 desempleados en la construcción, un 34,4 por ciento más que en enero de 2007. El otro motor de la economía malagueña -los servicios- también se ha quemado después de circular a un ritmo muy alto en los últimos años. En el sector servicios -en el que están segmentos clave como la hostelería o el comercio- hay contabilizados 60.685 desempleados, un 10,3 por ciento más que en el año anterior. Entre diciembre y enero se han perdido algo más de 3.000 empleos en este sector lo que puede obedecer, entre otras razones, a que no se hayan renovado para las rebajas los contratos hechos para la temporada de Navidad. La agricultura y la industria también tienen más parados ahora que hace un año, mientras que se ha reducido levemente (0,34 por ciento) el desempleo en personas que no tenían un trabajo anterior.

Los datos son muy malos y las reacciones no se han hecho esperar. Los sindicatos, esta vez, no han hecho especial sangre, más que nada porque no les ha pillado por sorpresa. Antonio Herrera, secretario provincial de CCOO, señaló ayer que esta situación "se deriva de la creación de empleos precarios y temporales" y recordó, una vez más, que "hay que cambiar el modelo productivo de la economía malagueña, porque dependemos en exceso del turismo y la construcción. Hay que invertir más en investigación y desarrollo para atraer industrias". Su homólogo en UGT, Manuel Ferrer, afirmó que se trataba de "cifras muy negativas".

Curiosamente, uno de los más impactados y decepcionados por el dato de paro en Málaga era ayer Javier González de Lara, secretario general de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM). González de Lara destacó que "es muy mala noticia y confirma una tendencia negativa que se veía en los últimos meses". Para el empresario la situación es clara: "Hay más paro porque no hay trabajo para la empresa. Hay mucha menos actividad en todos los sectores y lo primero que se hace es recortar personal". El directivo de la CEM alegó que las administraciones "deberían haber intervenido antes con políticas de empleo e incentivando la creación de puestos de trabajo".

La próxima cita electoral nacional y autonómica tampoco ayuda. González de Lara señaló que "ahora estamos en una coyuntura complicada en vísperas de elecciones y no somos optimistas de aquí a marzo. El empleo está muy vinculado a la inversión y al haber una pérdida de confianza de los empresarios se complica la situación. No hay recetas mágicas".

Málaga supera los 100.000 parados y todo apunta a que seguirán aumentando. Pintan bastos.