Málaga

Málaga,a la cola en carriles bici

  • Aunque tiene uno de los mejores climas de Europa, la capital de la Costa del Sol es de las ciudades españolas con menos kilómetros de vías para bicicletas

San Sebastián tiene 15 grados de temperatura de media. Málaga, 18. En la ciudad vasca llueve 170 días al año. En la capital de la Costa del Sol, 41. San Sebastián tiene 28 kilómetros de carriles bici. Málaga, poco más de la cuarta parte: 7,5 kilómetros. Las comparaciones son odiosas, pero ésta sirve, al menos, para realzar muy gráficamente la escasez de zonas dedicadas a las bicicletas en una de las urbes con el mejor clima de España para este medio de transporte.

Aunque los planes municipales, reflejados en el Plan Director de carriles bici, son ambiciosos, la realidad es que en Málaga apenas existen cuatro "y en bastante malas condiciones", según denuncia el presidente de la asociación Ruedas Redondas, Alonso González. De hecho, su entidad ha pedido esta semana la mejora de los existentes en Camino de Antequera (tres kilómetros) y el Peñón del Cuervo en las reuniones previas de los Presupuestos Participativos para este año. Aunque tampoco el existente en el Paseo Marítimo Antonio Machado (dos kilómetros) y el del nuevo acceso a Churriana (1,5 kilómetros) se encuentran en un gran estado de conservación, con objetos que interrumpen la circulación normal de las dos ruedas.

El hecho de que un carril bici vaya a atravesar el Palmeral de las Sorpresas, como anunció este periódico, es un paso adelante para los ciclistas, ya que supone eliminar la única barrera existente en el camino de la construcción de una gran vía para bicicletas en todo el eje litoral, del este al oeste. Sin embargo, Ruedas Redondas considera los paseos marítimos como carriles bici "virtuales", porque parecen haberse convertido en ello gracias al uso masivo de los malagueños. Algo beneficioso para la salud personal y la reducción de la contaminación frente al uso del coche.

Lo que no entienden en esta asociación es que el Ayuntamiento no haya tenido una actitud más decisiva en cuanto a potenciar el uso de las bicicletas. De hecho, las dos estaciones instaladas con una pequeña remesa de 32 bicicletas para el alquiler con las tarjetas de contacto de los autobuses y situadas en las plazas de la Merced y la Marina, apenas tienen seguidores. "Es que todavía no tiene sentido utilizarlas para ir de un sitio a otro. Tienen que aparecer muchas más estaciones para que sea lógico el uso de estas bicis".

El ejemplo de Barcelona está ahí: en los primeros nueve meses de funcionamiento, el servicio municipal de alquiler de bicicletas ha superado los 100.000 asociados y los 25.000 usos diarios. Eso sí, allí hay 194 estaciones y 3.000 bicis repartidas por los diez distritos de la ciudad y cercanos zonas de masivo uso público: universidades, parques, bocas de metro, museos o el puerto. A primeros de este año duplicarán sus cifras pasando a 400 estaciones y 6.000 bicicletas de alquiler.

Pero Barcelona no es el único espejo en el que se debe mirar Málaga. En ciudades como San Sebastián acaban de probar el alquiler municipal de bicicletas, pero han empezado con más de un centenar de unidades y cinco diferentes estaciones. Y en otras muchas ya se han marcado objetivos muy ambiciosos para crear grandes redes específicas para los ciclistas, con separación física en la calzada y con su propia señalización.

Actualmente, la mayor parte de grandes ciudades gana a Málaga en espacio para la bici: en Vitoria ya hay 78 kilómetros de viales específicos para bicis en servicio, en Valencia 62 kilómetros, en Zaragoza 20, en Madrid un centenar, en Logroño 24, en Sevilla 75 o en Córdoba 35. Hasta en Albacete hay 30 kilómetros hechos. Además, allí cuentan con el carril más largo de toda Europa y de 22 kilómetros de longitud. Y eso que allí la temperatura media es de 13 grados (las bajo cero son frecuentes) y llueve 61 días al año.

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