población Análisis de los flujos migratorios

Malagueños en tierra extraña

  • La crisis económica, el aprendizaje de idiomas o el amor, entre otras razones, han impulsado a medio millar de malagueños más a vivir en el extranjero en solo dos años

Quizás fue la crisis económica, quizás echarse una pareja extranjera, quizás una fuerte voluntad de aprender otros idiomas, quizás una mejor oportunidad laboral... Sea cual fuere la causa, hoy en día hay más malagueños viviendo en el extranjero que hace por ejemplo dos años. El Instituto Nacional de Estadística (INE) dio a conocer ayer el Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (Pere) a 1 de enero de 2011 y éste muestra una serie de datos curiosos. El estudio divide, por una parte, a los nacidos en Málaga que residen en el extranjero y, en segundo lugar, a aquellos que están inscritos en algún municipio de la provincia pero que viven fuera. En el primer caso, el INE afirma que en estos momentos hay 14.394 malagueños autóctonos que han preferido buscarse la vida fuera de esta provincia, medio millar más que hace dos años.

El destino favorito, por proximidad y por nivel de vida, es Europa, que acapara al 66,5% de los malagueños. Dentro de la Unión Europea, Francia es el país elegido mayoritariamente por los malagueños (allí residen 3.612 personas) de los cuales la mayoría tienen más de 65 años.

El segundo país preferido por los malagueños es Alemania, con 1.866 personas. En este caso se da la circunstancia de que el montante principal de ciudadanos tiene entre 16 y 64 años, es decir, está en edad laboral gracias a las buenas oportunidades que ofrece este país que está en plena fase de recuperación económica. Alemania vuelve a ser la gran locomotora europea y el año pasado incrementó su Producto Interior Bruto en un 3,6%, siendo su mayor aumento desde que se unificó en 1991. El ministro germano de Economía, Rainer Brüderle, explicó el pasado mes de enero que ese fuerte crecimiento del país ha conllevado un fuerte incremento de la ocupación laboral, que alcanzó el año pasado un máximo histórico, e incluso se aventuró a decir que "nuestro país se encamina hacia el pleno empleo". Esas buenas perspectivas no han aumentado el número de malagueños residentes en Alemania en los dos últimos años, pero sí ha despertado el interés de los jóvenes universitarios locales, hasta el punto que Alemania es el país escogido por la mayoría de estudiantes de la Universidad de Málaga para hacer prácticas en empresas. El Reino Unido -un clásico para aprender bien el inglés- y Suiza son los otros dos países donde los malagueños ponen más el punto de mira en Europa.

América también gana cada vez más adeptos. De hecho, en solo dos años ha habido 200 malagueños más que han decidido cruzar el charco e instalarse en alguno de sus países. El destino estrella es claramente Argentina (hay 1.595 malagueños allí) por la facilidad de idioma y por la existencia de lazos familiares. Sin embargo, el mercado que ha experimentado mayor crecimiento desde 2009 es Estados Unidos. En la tierra de Obama hay 603 malagueños viviendo, un 12% más que hace dos años, pese a que EEUU ha endurecido las condiciones para que los extranjeros se queden a trabajar para evitar fuertes incrementos de la inmigración. Brasil, Venezuela y México le siguen. Si hay un país en el mundo que está disparado económicamente es China. Su PIB creció el año pasado un 10,3%, una bestialidad y una cantidad inalcanzable, por ejemplo, para España. Ese impulso ha animado a más malagueños a irse a este país asiático aunque la colonia es aún muy pequeña. Otra zona que está cobrando protagonismo, pese a su lejanía, es Australia. Ya hay 343 malagueños residiendo allí, un 6% más que hace dos años.

Si a los malagueños nativos se les suman los malagueños de adopción, es decir, los inscritos en la provincia pero que viven fuera, el aumento de desertores ha sido mucho más fuerte. Hay un total de 40.890 personas que están en el extranjero, 7.000 más que en 2009, y están repartidos casi a partes iguales entre Europa y América. Ha influido la crisis pero también los procesos de nacionalización española, por ejemplo, de ciudadanos argentinos o o cubanos.

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