La empresa malagueña de moda infantil Mayoral no solo no se ha visto afectada por la crisis económica sino que ha conseguido duplicar con creces sus ventas en este periodo. Según reza en su dossier corporativo, Mayoral prevé facturar en 2017 un total de 360 millones de euros, lo que supone un 7,1% más que en 2016 y más del doble que en 2008, cuando ingresó 159 millones de euros. La evolución de ventas, además, ha sido constante, superando por primera vez los 200 millones en 2010 y los 300 millones en 2016.

La clave de este buen resultado es la internacionalización. Está en el ADN de esta firma que nació en 1941 como una empresa familiar dedicada a la producción y comercialización de calcetines y medias y que en los años 70 del pasado siglo pasó a ser Mayoral con su presidente, Rafael Domínguez de Gor, recorriendo media Europa con un muestrario y una maleta para captar clientes internacionales. En estos momentos, Mayoral vende sus productos en 75 países y tiene 14 filiales en Italia, Portugal, Grecia, México, Francia, Polonia, Rusia, Turquía, Ucrania, Rumanía, Kazajistán, Estados Unidos, China y Colombia. La exportación representa el 75% de sus ventas, posee 190 tiendas repartidas por el mundo -prevé alcanzar las 200 este año-, 10.000 clientes y comercializa sus productos on line en España, Portugal, Reino Unido, Irlanda, Italia, Francia, Polonia, Países Bajos, Bélgica, Alemania, Austria y Grecia. Su plantilla está formada por 1.200 personas, diseñan 3.000 modelos al año y comercializan 30 millones de prendas.

La compañía anunció ayer que Rafael Domínguez de la Maza, uno de los hijos del presidente, ha sido nombrado subdirector general de Mayoral, un cargo de nueva creación que compaginará con la dirección comercial y de inversiones. "Nuestro gran reto de futuro es mantener nuestra posición de liderazgo en el sector de la moda infantil y continuar nuestra expansión internacional conjugando calidad y diseño, dos de los pilares sobre los que se ha construido nuestra marca", afirmó.