El Metro de Málaga sigue cumpliendo el objetivo de tener una presencia cada vez más consolidada como transporte de referencia en la capital de la Costa del Sol. Aunque a una distancia sideral respecto a las cifras de viajeros que ciertamente debería transportar si la red estuviese completada, la realidad es que el suburbano mejora sus números mes tras mes. Tras cerrar el año 2016 con un total 5.228.902 usuarios, un 4,4% más, el ferrocarril urbano arranca el presente ejercicio al alza, llegando a 464.000 pasajeros en el mes de enero. En términos porcentuales ello implica una evolución del 7,2% respecto al mismo mes de 2016 y del 10,2 sobre el de 2015, el primero de los meses de enero contabilizados.

De acuerdo con los datos oficiales publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el de Málaga es el segundo de los metros nacionales con mayor crecimiento porcentual, solo superado por el de Madrid, con un 8,5%. Por detrás del suburbano malagueño aparecen el de Valencia, con un 6,7% más de usuarios en enero; Barcelona, con un 4,7%; Sevilla, con un 4,6%; Palma de Mallorca, con un 3,5%, y Bilbao, con un 1,1%. Bien es cierto que los 464.000 pasajeros que hicieron uso del Metro de la capital de la Costa del Sol están muy lejos de los 52,3 millones del de Madrid, de los casi 32 millones del de la Ciudad Condal; de los 7,6 millones de Bilbao; de los 5,1 millones del de Valencia, e incluso de los 1,3 millones del proyecto sevillano.

El de Málaga es el segundo de los suburbanos con mayor aumento porcentual

Hay que recordar que la explotación del Metro malagueño tuvo lugar a finales de julio de 2014, viéndose seriamente mermado por la puesta en funcionamiento parcial de la infraestructura. Si bien los compromisos originales de la Junta de Andalucía, responsable del proyecto, llegó a ser el de poner en carga la totalidad del recorrido (dos líneas) entre el Martín Carpena y Teatinos, como extremos, y la zona de La Malagueta, como punta final del recorrido, en febrero de 2009, los hechos constatan que la hoja de ruta actual nada tiene que ver.

Frente a estas previsiones, los dos ramales actualmente en funcionamiento tienen como punto de unión el intercambiador ejecutado junto a la estación de trenes de Renfe, muy lejos del centro urbano. La extensión de esta parte de la infraestructura ya en explotación hacia, primero, El Corte Inglés, junto al que estará situada la estación Guadalmedina, y, segundo, hacia la Alameda Principal, queda condicionada por la paralización que vive desde hace unos veinte meses la obra de terminación del tramo El Perchel-Guadalmedina. Una situación a la que añadir el bloqueo en el que se mantiene la apuesta de la Junta por extender en superficie el itinerario al entorno del Hospital Civil.

En el caso del tramo inconcluso de El Perchel, su parálisis está vinculada con el trámite de resolución del contrato con la constructora Ortiz. Si bien desde finales de agosto la Consejería de Fomento tiene acordada la liquidación de la obra, el procedimiento está siendo más prolijo de lo esperado. Tanto es así que nadie en el seno de la Administración regional puede garantizar cuándo se podrá licitar la continuidad de los trabajos. Actualmente, el procedimiento ha de llevarse al Consejo Consultivo de Andalucía para que este emita su dictamen, que no es vinculante. Una vez ocurra eso (aún no se ha enviado la documentación) el asunto volverá al Consejo de Gobierno de la Junta.