Málaga

Muere acribillado un hombre en un posible ajuste de cuentas en Marbella

  • Dos de los ocho disparos que alcanzaron a la víctima impactaron en los genitales, por lo que también se investiga la posibilidad de un trasfondo pasional · El fallecido llevaba documentos con tres identidades

Sabían que acudía a menudo a ese restaurante y lo estaban esperando. Cuando llegó en su moto, sólo le dio tiempo a quitarse el casco antes de que una lluvia de balas comenzase a impactar en su cuerpo. No dudaron en abrir fuego frente a un restaurante con múltiples testigos y huyeron con velocidad dejando sobre la acera el cuerpo sin vida de su víctima.

Es la secuencia de los hechos que ocurrieron la noche del miércoles en Marbella y que le costaron la vida a un hombre de unos 30 años de edad y de nacionalidad francesa y que fue asesinado por al menos dos individuos que lo acribillaron a las puertas del restaurante Visconti, en la calle Estébanez Calderón.

El tiroteo se produjo sobre las 22.00. La víctima acababa de aparcar su motocicleta Honda junto al citado establecimiento, al que acudía con asiduidad, y se quitó el casco. En ese momento surgieron al menos dos pistoleros que abrieron fuego contra él en repetidas ocasiones, hasta el punto de que unos ocho proyectiles atravesaron su cuerpo. No le dio tiempo ni a quitarse los guantes de motorista.

Los asesinos, que actuaron delante de numerosos testigos que se encontraban en la terraza exterior e interior del establecimiento, huyeron del lugar, al parecer en una motocicleta.

Hasta el lugar se desplazaron miembros de la Policía Nacional y de los servicios sanitarios. Los primeros acordonaron la zona y recabaron los primeros datos de los criminales para comunicarlos al resto de patrullas, mientras que los segundos únicamente pudieron certificar la muerte de la víctima. El médico forense realizó en el lugar un primer estudio del cadáver y sobre las 23.30 se autorizó el levantamiento del mismo.

Fuentes policiales señalaron que el fallecido presentaba ocho impactos de bala, de los que dos le alcanzaron en la cabeza, al menos otros dos en el tórax y el mismo número en los genitales. La hipótesis con la que trabajan los investigadores, por el modo en el que se perpetró el asesinato, es que el móvil es un ajuste de cuentas, posiblemente derivado del narcotráfico, y que el fallecido podría pertenecer a una organización criminal, por lo que la Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (Udyco) se ha hecho cargo del caso.

No obstante, no se descarta la posibilidad de que el trasfondo real del crimen pueda ser pasional, ya que el hecho de disparar a los órganos sexuales es propio de estos casos. Las citadas fuentes explicaron que la víctima encarnaba el perfil de un gigolo y destacaron su físico agraciado y su impecable vestimenta, resaltando un caro traje de Christian Dior y unos botines de diseño. En un bolsillo se le hallaron unos 1.000 euros y portaba cuatro móviles. El contar con varias líneas telefónicas y teléfonos es una práctica habitual de los delincuentes para tratar de evitar los pinchazos policiales.

Los esfuerzos policiales se centraron ayer en conocer quién es el fallecido, pues en el momento en el que fue acribillado portaba hasta tres documentaciones con identidades distintas. Inicialmente se especuló con que pudiese ser ruso, aunque finalmente se fijó su nacionalidad como francesa. Tenía rasgos árabes.

La necrorreseña de las huellas dactilares que se efectuó al cadáver durante la mañana de ayer en la sede del Instituto de Medicina Legal de Málaga (IML), donde se le practicó la correspondiente autopsia, podría arrojar algo de luz a esta cuestión, siempre y cuando el fallecido se encontrase en las bases de datos policiales del país o en las de Europol o Interpol. Las primeras gestiones policiales también van encaminadas a localizar a la compañera sentimental de éste, quien podría aportar datos sobre sus movimientos y actividades.

Otras fuentes señalaron que otra vía de investigación se encuentra en las grabaciones de las numerosas cámaras de seguridad que hay en la zona donde se perpetró el crimen, en plena Manzana de Oro de Marbella y, anecdóticamente, frente a la casa de Juan Antonio Roca. Estas imágenes podrían aportar información que ayude a identificar a los asesinos, al igual que los datos que proporcionaron los testigos.

Además, los especialistas en Balística también examinan los proyectiles que se recogieron en la escena del crimen y que se extrajeron del cuerpo para comprobar si alguna de las armas que se emplearon hubiese sido utilizada en otro hecho delictivo.

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