Málaga

Calurosa despedida a Pablo Ráez

  • Cientos de vecinos le dedicaron su último adiós al grito de "Siempre fuerte" y con el gesto que se ha convertido en todo un icono durante su enfermedad.

Con un simple gesto que se ha convertido en todo un símbolo de su fuerza, el brazo alzado y el puño cerrado. El pueblo de Marbella se despedía ayer así de Pablo Ráez, el joven con leucemia que convirtió su incansable lucha contra la enfermedad en todo un ejemplo para la sociedad, sobre todo por su solidaridad y su ejemplar campaña para la concienciación sobre la donación de médula. Un mensaje y una filosofía de vida que ha calado en el corazón de muchos que han seguido su historia de cerca y que ayer le dedicaron su último adiós en una abarrotada iglesia de la Encarnación, en pleno casco antiguo de la ciudad, donde tuvo lugar el sepelio.
Cientos de vecinos acompañaron a la familia en este día, declarado de luto oficial en el municipio, fundiéndose en un caluroso aplauso final. Tampoco faltó el grito de "Siempre fuerte", el lema que usó durante su enfermedad y que refleja la fortaleza que ha demostrado durante estos dos años en una lucha titánica que ha traspasado fronteras y ha conmocionado a todo el país.
El párroco de la iglesia, José López Solórzano, le dedicaba unas emotivas palabras, destacando su solidaridad con los demás. "Honremos la memoria de Pablo donando médula", subrayó en un sentido discurso en el que no faltaron palabras de afecto para toda su familia. "Que nuestra presencia hoy aquí sea con el compromiso de hacer algo. Dios no tiene médula, la tenemos nosotros, y somos nosotros los que podemos construir esto", agregó con la voz cortada aún por la emoción. Finalmente, el joven fue enterrado ayer en el cementerio Virgen del Carmen de la localidad.
Entre las autoridades asistentes al acto se encontraban el alcalde de Marbella, José Bernal, además de otros miembros de la Corporación municipal, el alcalde de Ojén, José Antonio Gómez, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien declaró que "queríamos que fuera nuestro abanderado en los XXI Juegos Mundiales de Trasplantados y lamentablemente no podrá ser así pero seguiremos trabajando en la línea que nos ha dejado".
Por su parte, Bernal, afirmó que "no hay mayor homenaje a Pablo que donar". "A muchos nos hizo donantes cuando teníamos temor, cuando no sabíamos lo que era aquello. Mientras donemos Pablo estará presente", relató el regidor marbellí, quien recordó la enorme sonrisa que nunca abandonó pese a los escollos de la enfermedad. "Debemos quedarnos con dos cosas de Pablo: una de ella es su filosofía de vida, el estar constantemente sonriendo, el darle gracias a la vida cada mañana que nos levantemos y, por supuesto, decir que 'siempre fuerte' ante cualquier traba que se nos ponga por delante en la vida", y continuó, "la segunda es su solidaridad. El pedía para todos, y muchas vidas se van a salvar gracias a él".
En los mismos términos se manifestó el edil de Participación Ciudadana, Miguel Díaz, quien avanzó que "la ciudad deberá rendirle otro homenaje, no solo a su persona, sino con el ánimo de mantener vivo su testimonio, que hay que donar para regalar vida". "Gracias a su ejemplo ha movido a muchas personas a transformar realidades, ha dado oportunidades y alternativas de vida a mucha gente . Su pérdida es física pero su legado perdura", comentó.
Por su parte, la presidenta de los populares, Ángeles Muñoz, mostró su consternación por el fallecimiento del joven marbellí, que en abril cumpliría 21 años, e instó a que "España entera se sume a esa donación de médula, esa lucha que él emprendió y que después de estos años no caiga en saco roto". "Esa sonrisa nos ha hecho sentinos muchos más unidos a él, a su causa", agregó.
Ráez luchó contra el cáncer desde que este le fuera diagnosticado a los 18 años, cuando se sometía a una operación por una lesión de rodilla. Ahí comenzó una batalla que se hizo viral. Su historia llegó incluso hasta la India, donde un marbellí que trabajaba como voluntario para una ONG grabó un vídeo en el que implicó a numerosos vecinos de la zona realizando el gesto del brazo en señal de apoyo. Nunca estuvo solo y las redes sociales fueron testigo de ello. En el día de ayer, el hashtag #donamédula seguía siendo tendencia.
Se sometió a dos trasplantes de médula. La primera vez recibió la médula de su padre y gracias a esa intervención se recuperó. Sin embargo, meses después la enfermedad reapareció y fue necesario buscar un nuevo donante. En noviembre conocíamos la existencia de un donante compatible para Pablo. Pero en enero llegaron las malas noticias: Pablo sufrió un rechazo y su estado comenzó a debilitarse. Él mismo reconoció en sus redes sociales que atravesaba un momento duro: "Dan ganas de tirar la toalla, de dejar de sufrir". Un mes después llegaba el desenlace de su historia, en la que se mantuvo "siempre fuerte", hasta el final.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios