Adentrarse en las entrañas del Metro con un intervalo de semanas es descubrir un proceso de transformación constante. Nada tiene que ver la estampa que este periódico presenció ayer bajo la calle La Unión con la de mediados de marzo, cuando fue testigo del nacimiento de Noctiluca, nombre con el que el director del suburbano, Enrique Salvo, bautizó el innovador mecanismo empleado por la empresa concesionaria para excavar esta parte de la línea 1 (La Malagueta-Teatinos).

En este intervalo de tiempo, el avance del invento, que no es más que el acople de una máquina excavadora y una cinta transportadora, a través de la que cual se llevan los restos de tierra hasta el interior de los camiones, se traduce en 280 metros del primer nivel del paso soterrado, un ritmo de actuación que hace previsible culminar esta primera etapa en un par de semanas. Aunque con ello no quedará completamente horadado el paso subterráneo, ya que habrá que aplicar el mismo mecanismo en un segundo nivel.

Es ésta una de las peculiaridades de esta parte de la red del suburbano. La estrechez de la zona por la que discurre y la cercanía con los edificios obligaron a diseñar un túnel superpuesto, mediante al que los trenes al centro pasarán por el paso superior y los que transiten hacia Teatinos, por el inferior. Muestra de lo acotado del espacio es que a la altura de la calle Santa Marta, donde estará situada la estación, la sección del túnel tiene apenas 4,8 metros de ancho. Y mientras Noctiluca continúa su paseo bajo tierra, sólo cinco metros por encima los vehículos transitan en superficie y los peatones, deambulan por las aceras.

Con la mirada puesta en el 11 de noviembre de 2011, hito del primer gran paso del Metro con la puesta en servicio de la línea de Carretera de Cádiz (donde en este momento, según el director del proyecto trabajan operarios de hasta treinta oficios diferentes) y, previsiblemente, del tramo en superficie entre Teatinos y Los Asperones, es fácil perder la perspectiva de una obra que late sin descanso. A decenas de metros de la entrada a La Unión por el puente de Juan Pablo II, se localiza la que probablemente es la gran sorpresa del proyecto: el vértice en el que los ramales 1 y 2 del suburbano se hacen uno.

Las imágenes actuales permiten imaginar ya, aunque de manera somera, cuál será el resultado de la famosa solución Bustinduy, que hará que las dos líneas acaben discurriendo sobre un doble túnel superpuesto. "Es como montar un escalestric", comenta uno de los trabajadores que interviene en esta parte de la red.

Una definición que trae irremediablemente a la cabeza el montaje de una pieza sobre otra, con la salvedad de que en este caso los materiales empleados son hormigón y acero, con toneladas de peso. Ejemplo de la envergadura de la tarea es que los muros pantalla que dan forma lateral a esta sección alcanzan los 37,5 metros de profundidad, y que el segundo nivel del túnel por el que irán los trenes estará a 21 metros.

El diseño del ingeniero Javier Bustinduy se extiende bajo las calles Poeta Muñoz Rojas, Mendívil y Callejones del Perchel, donde alcanzará la estación Guadalmedina. Las fotografías de ayer muestran la culminación casi completa de la primera etapa de la excavación, avanzándose en la segunda. Las estimaciones, en cualquier caso, precisa Salvo, apuntan a marzo de 2012 como fecha de finalización de toda esta estructura. Hay que recordar que la intención del Metro es que esta parte de la red entre en servicio para principios de 2013.

El principal objetivo buscado por la Junta de Andalucía con el encargo a Bustinduy se sustentaba en mejorar las condiciones de los pasajeros que tomen el Metro en este punto. Para ello, el doble túnel alcanzará la estación de Mendívil con una disposición tal que permitirá que los trenes de la línea 2 que vayan al centro y los de la 1 que vayan hacia Teatinos coincidan en el nivel superior, generando las direcciones opuestas en el inferior. De este modo, los usuarios que quieran pasar de un tren a otro no tendrán más que cruzar el andén.

Ello gana en importancia si se tiene en cuenta que la parada se localiza en la unión de las estaciones de autobuses y trenes. Tres serán los puntos de acceso desde la superficie a la estación: uno de ellos, en Roger de Flor, situada en el lateral de la estación de autobuses, que quedará peatonalizada; las otras dos en la Explanada de la Estación, una próxima a la Plaza de la Solidaridad y la otra cercana a Renfe.